EVENTOS

Vicente del Bosque y José Luis Garci presentan el nuevo libro de Inocencio F. Arias

Alberto Marcos, Vicente del Bosque, Inocencio F. Arias y José Luis Garci.

“No hay un espectáculo en el mundo que pueda competir con un Mundial de fútbol”

Javier Velasco Oliaga | Jueves 23 de octubre de 2014

El nuevo libro de Inocencio F. Arias, “Mis mundiales”, ha tenido dos padrinos de lujo. Por un lado, el seleccionador nacional de fútbol, Vicente del Bosque y por otro el director de cine, ganador de un Oscar, José Luis Garci. Los tres comparten su pasión por el fútbol y cada uno de ellos lo ha demostrado en innumerables ocasiones.



Inocencio F. Arias es, probablemente el diplomático más conocido de España y todos sus grandes momentos personales han tenido que ver con el fútbol. “Yo recuerdo más vívidamente el gol de Zarra del 2 de julio de 1950 que la muerte de mi padre”, afirma el diplomático jubilado, autor de Mis mundiales y va más allá cuando señala que “el recuerdo más alegre de mi niñez fue cuando Zarra metió de cabeza el gol a Inglaterra, la pérfida Albión, como se decía en aquella época, en el Mundial de Chile”.

Por lo tanto, no nos parece extraño que cuente que “el momento más feliz de mi senectud es cuando Puyol mete, también de cabeza, el gol a Alemania que nos daría paso a jugar la final y ganarla en el Mundial de Sudáfrica”. De un cabezazo a otro han pasado la friolera de 60 años y ambos cabezazos han significado para este ilustre apasionado del fútbol los momentos más felices de su vida.

La jubilación le está saliendo realmente fructífera porque con éste ya lleva cinco libros publicados sobre los dos temas que más le gustan, la diplomacia y el fútbol, “no hay un espectáculo en el mundo que pueda competir con un mundial de fútbol, afirma sin dudar nuestro diplomático más carismático. Sin darse cuenta de que algunos de los partidos que se juegan en un mundial son más soporíferos que un congreso de diplomáticos hablando sobre la sequía, pero de goles.

Pero él, como de esto entiende, se ha rodeado de unos amigos que tienen la misma pasión que él por el deporte rey. También ha contado con uno de los mejores editores que hay por el planeta editorial, Alberto Marcos, que ha hecho una equilibrada presentación, muy al estilo del seleccionador nacional de fútbol, seria y comedida, donde ha señalado que el libro es “un dechado de ingenio y humor”.

Sus palabras han dado pie al director cinematográfico, José Luis Garci, atlético de pro y rival y, sin embargo, amigo en gustos balompédicos, para decir,“El libro es más que un tratado de historia, es un tratado de sociología”, ha señalado. Además, lo ha calificado de ameno, “un libro que se embebe de principio a fin. El libro que a mí me hubiese gustado escribir”, afirmó tajante.

“Ambos hemos vivido los mismo mundiales”, reconoció, lo cual les da un bagaje muy similar. Los primeros los oyeron por la radio, “como la película de Woody Allen, aquellos eran días de radio, días de escuchar a Matías Prats, padre, narrar los partidos de fútbol. “Vimos un mundo distinto al real porque no veíamos los partidos, nos los imaginábamos”, evoca con su característico deje nostálgico.

Fue el Mundial de 1962 el primero que se retransmitió por televisión y se hacía en diferido, “aunque sabíamos los resultados, veíamos los partidos con devoción y fue el Mundial de 1966, el primero que pudimos seguir en directo”, recuerda el oscarizado director. También recuerda cómo en aquellos años estaba mal visto por la progresía el fútbol, “el opio del pueblo”, como decían, sin darse cuenta de que también lo era para las dictaduras de izquierdas.

Después le tocó el turno a Vicente del Bosque, que nada más empezar a hablar dijo con sorna que “estos dos hombres eruditos de la vida, me sacan tres mundiales”. Vamos, que el seleccionador está hecho un chaval comparado con ellos, pese a esa cojera que sobrelleva con paciencia. Él fue la conexión del autor con alguno de los futbolistas campeones del mundo, no podría haber encontrado mejor cicerone. Calificó el libro como “un recorrido simpático e instructivo” por los mundiales de fútbol. Y algo más.

Porque no solo de fútbol vive el hombre; Inocencio F. Arias ha contado lo que estaba pasando en España en esos momentos en los que se jugaba al fútbol y sus recuerdos internacionales. La crisis de los misiles de Cuba o de aquella equipación del nadador Manuel Fraga en Palomares y la famosa bomba atómica que no estalló, en tierras del autor.

“Quiero que mi libro sea un éxito para que mi ego personal crezca mucho y si además ganamos este próximo mundial, ya sería la leche”, dijo, con el gracejo que le caracteriza, el diplomático y escritor. Lo que sí quiso dejar muy claro fue que a España no se la va a recibir de forma hostil en Brasil, “lo que sí sucede es que nos temen. Nos tienen miedo”, apuntó enfervorizado después de consultar con sus amigos brasileños.

Después, entre los tres, fueron recordando los pasajes más significativos de tantos mundiales como han vivido. “Mi mayor decepción es cuando España no se pudo clasificar para el Mundial de 1958. Con aquel equipazo que teníamos no pudimos pasar del empate con Suiza en casa. Con dos genios como Di Stéfano y Kubala, el mejor equipo del mundo de todos los tiempos, no podía fracasar y se hizo”, recuerdan el autor y Garci al alimón. “Di Stéfano, el mejor jugador de la historia, no pudo jugar un solo mundial”, apunta Arias en la rueda de prensa.

El autor reconoció la gran labor que está haciendo Vicente del Bosque al mando de la selección. “Tiene la mano izquierda más prodigiosa del mundo. Ha dado sosiego, calma, un liderazgo tranquilo”, apunta Arias. Algo que no supo ver ese presidente del Real Madrid, que se ha convertido en un auténtico cáncer en la institución, cuando despidió con cajas destempladas al mejor entrenador del mundo. Menos mal que Chencho Arias sí entiende de fútbol, por eso se fue del Real Madrid.

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