Jesús Sánchez Adalid, escritor extremeño nacido en Don Benito, se ha alzado como ganador de la III edición del Premio Literario TROA “Libros con valores” con su novela Treinta Doblones de Oro. El premio, dotado con 15.000 euros, se concede a una novela que, publicada por primera vez durante el año 2013 y escrita por un autor español, destaque por su calidad literaria y por la trasmisión de valores que contribuyan a la mejora de la persona y de la sociedad.
El jurado, ha otorgado el premio al libro ganador por su calidad literaria y por los valores que encierra después de un ceñido empate y difícil selección. “Su lectura nos ayuda a conocer una época de la historia de España totalmente desconocida (M. Castillo); “una novela muy digna y correcta desde el punto de vista histórico”. “Por sus páginas la historia transita a través de la trama y de sus personajes” (A. Manzanera). “se trata de una novela de aventura y con gran atractivo juvenil” (A. Basanta)
El jurado ha estado compuesto en esta tercera edición por Cesar Antonio Molina Sánchez, Licenciado en Derecho y Ciencias de la Información. Ha sido director del Instituto Cervantes, ministro de Cultura y actualmente dirige la Casa del Lector; Ángel Basanta Folgueira, catedrático de Literatura española, crítico literario en el suplemento El Cultural del diario El Mundo y Presidente de la Asociación Española de Críticos Literarios; Antonio Manzanera Escribano, doctor en Economía y licenciado en Derecho y Ciencias Empresariales por la Universidad de Comillas (ICADE) y MBA por INSEAD (Fontaineablue, Francia), autor de varios libros de economía y narrativa; Antonio G. Iturbe, escritor y periodista cultural. Ha sido coordinador del suplemento de TV de El Periódico y es el director de la revista Qué leer donde lleva dieciséis años. Fue el ganador del Premio TROA 2013 por su novela La bibliotecaria de Auschwitz. Y por último, Maite Castillo, licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, Master en Comunicación corporativa por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y ex corresponsal de la Agencia EFE en Bruselas, Abdjan, Johanesburgo y Panamá. Actualmente es directora de la Fundación Troa
La obra ganadora narra las aventuras de un joven andaluz que trabaja de escribiente en el despacho de un comerciante sevillano cuyo negocio está a punto de cerrar. El motivo es el proyecto inminente de trasladar el tráfico marítimo con las colonias americanas del puerto fluvial de Sevilla al de Cádiz. Poco después de comenzar sus tareas, el patrón muere en la ruina y su viuda le pide que la acompañe a la isla de la Palma en las Canarias para hacerse cargo de la herencia del difunto. Con ellos viajarán, además de la hija natural de su marido, a la que considera como propia, el anciano administrador de la familia. Durante el viaje hacen escala en una plaza fuerte en la costa africana, que en esos momentos es atacada por tropas marroquíes. Los viajeros, como el resto de la población española, son trasladados como cautivos a Mequínez a la espera de ser rescatados por los frailes dedicados a esta misión.
La obra aborda temas tan interesantes como desconocidos de modo acertado a través de un argumento que combina de forma equilibrada realidad y ficción. Sobre la base de los amores del escribiente con la hija de su patrón, el autor refleja las actividades de los piratas marroquíes que, con la connivencia de las autoridades, sacaban grandes beneficios del secuestro de personas. A la vez refleja la situación de profunda crisis política y económica atravesada por el decadente imperio español durante los desastrosos reinados de Felipe IV y Carlos II. La estancia de los cautivos en tierras marroquíes permite destacar la labor de los frailes trinitarios y mercedarios recaudando fondos para liberar a los prisioneros y descubre las despiadadas exigencias de los marroquíes, habituados a vivir sin trabajar gracias a los beneficios que les reportaba el tráfico de seres humanos. El título de la novela alude al hecho cierto de la cantidad que exigió el sultán para permitir que fuera llevada a España una imagen que hoy en día es venerada en Madrid bajo la advocación de Jesús de Medinaceli. Bien escrita y apoyada en amplia documentación la obra es de lectura amena y de notable interés como retrato de época.
El autor
Licenciado en Derecho por la Universidad de Extremadura, se doctoró en la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció como juez durante dos años, estudiando al tiempo Filosofía y teología, y licenciándose en derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca. Ordenado sacerdote, ejerce como párroco en un pueblo de Badajoz. Es colaborador habitual en Radio Nacional de España y en revistas como National Geographic y Ciencia y Vida. Es autor de novelas históricas, de gran éxito, caracterizadas por su gran rigor en hechos y descripciones. A lo largo de su carrera ha ganado premios como el Fernando Lara, por El alma de la ciudad, o el Alfonso X el Sabio de novela histórica en 2012 por Alacazaba.
Otras novelas finalistas
En la selección del Premio Literario Troa “Libros con valores” quedaron finalistas cinco obras que fueron objeto de grandes elogios por el jurado con especial mención a “Retorno de un Cruzado” y a “Dispara, yo ya estoy muerto” favorita del público. “El despertar de la señorita Prim”, de Natalia Sanmartín Fenollera, “En la habitación de al lado” de Silvia Laforet, “Retorno de un cruzado”, de Jiménez Lozano, y “Dispara, yo ya estoy muerto”, de Julia Navarro han sido las cuatro finalistas junto a la ganadora “Treinta doblones de oro”.
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