El tercer opus del realizador Tobias Lindholm (colaborador de Thomas Vinterberg) resalta los costados y contradicciones humanas en el contexto de la guerra en Afganistán. Allí, el ejército danés se encuentra instalado en las zonas del conflicto, pero en su rol pacificador.
Acción | 115 min. | Dinamarca 2015
Título: A War (Una Guerra).
Título original: Krigen.
Director: Tobias Lindholm
Guión: Tobias Lindholm.
Actores: Pilou Asbæk, Tuva Novotny, Dar Salim, Søren Malling.
Estreno en España: 22/09/2017
Productora: AZ Celtic Films / Nordisk Film Production
Distribuidora: Abordar Distribución
Sinopsis
El oficial del ejército Claus Michael Pedersen (Pilou Asbæke) lidera diferentes patrullas del ejército danés en territorio afgano, desactivando minas e intentando alejar al peligro talibán de la población civil. Por su parte, su mujer, tiene que lidiar en el día a día con sus tres hijos y la ausencia del padre de éstos. Abatido por una acusación de crímenes de guerra, Pedersen es retirado de sus servicios y obligado a volver a Dinamarca a enfrentarse en un juicio. En su regreso al hogar, tendrá que someterse a un juicio de gravedad y afrontar las consecuencias de sus actos, tanto para él como para su familia.
Crítica
El tercer opus del realizador Tobias Lindholm (colaborador de Thomas Vinterberg) resalta los costados y contradicciones humanas en el contexto de la guerra en Afganistán. Allí, el ejército danés se encuentra instalado en las zonas del conflicto, pero en su rol pacificador.
No obstante, sus intervenciones en los escenarios bélicos determinan operaciones contra el terrorismo en espacios civiles, que traen como consecuencia los llamados daños colaterales y en ese sentido las posibilidades de tomar decisiones erróneas que afectan a las poblaciones civiles y a los propios soldados responsables de dichas decisiones.
A War (Una guerra) no puede abordarse como un film bélico más, debido a que se concentra desde un tono intimista y por momentos cuasi documental en el punto de vista del protagonista -Pilou Asbæk-, a cargo de un pelotón en plena actividad, expuesto al enfrentamiento con los talibanes y al resguardo de la población civil. Tras un episodio confuso, sometido a juicio marcial por sus actos en el campo de batalla y a partir de su regreso a la vida familiar (casado con tres hijos), la crisis que implican ambas guerras, la visible en el teatro de operaciones de medio oriente y la interior con un entorno hostil.
El director de R -2010- se plantea desde un guión -que acumula interrogantes más que respuestas- cómo viven los soldados daneses entre el deber ser y la propia necesidad de recuperar una familia, primera víctima de su ausencia.
Por otra parte, de manera sutil, el film nominado como mejor película extranjera en la reciente entrega de los Oscars, expone las aristas invisibles de la hipocresía de un sistema utilitario que se vale de los hombres como piezas reciclables, una vez que los trapitos sucios de la política exterior se lavan fuera de casa.
Sin mayores pretensiones que resaltar el aspecto humano con una potente dirección, la película deja abierta la senda de la polémica y debate para todos aquellos espectadores dispuestos a participar no desde la pasividad de la butaca, casi siempre preparada para el espectáculo de las imágenes y las explosiones, sino desde la reflexión que también generan las imágenes.