Ante un concurrido auditorio, el escritor estadounidense Paul Auster presentó su última novela “4 3 2 1”, entre los asistentes de la rueda de prensa estaba la hija del autor que también es periodista. El evento tuvo dos partes claramente diferenciadas según se le fueron haciendo las preguntas. Por una parte, analizó su última novela y por la otra la situación política de los Estados Unidos.
Con setenta años, treinta y seis de ellos felizmente casado con la escritora Siri Hustvedt – excelente ensayista y narradora-, Paul Auster se encuentra en una forma, tanto física como mental envidiable. Su libro “4 3 2 1” lo demuestra. El protagonista de la novela Archie Ferguson vive cuatro vidas diferentes según las decisiones que ha ido tomando en algún momento de su vida. La pregunta esencial que sobrevuela sobre toda la novela es: ¿Recuerdas el día en que cambió tu vida? Paul Auster lo tiene claro.
Para el escritor estadounidense fueron dos los días que cambiaron su vida. El primero fue siendo un adolescente de 14 años, fue testigo de la muerte súbita de un compañero en una excursión. “Aquel día me marcó profundamente”, recuerda. El otro… pues el día que conoció a su mujer. “Ese día fue muy especial para mí ya que se juntaron varias casualidades para conocerla en la presentación de un libro en la calle 92 de Nueva York. Ella iba con un amigo al que yo conocía, en un primer momento creía que eran amantes, ya que él estaba casado, pero luego me di cuenta que sólo eran amigos. Empezamos a hablar, se terminó el acto y seguimos hablando. Pasamos la noche juntos -creo que no hablando, precisamente- y desde aquel día no nos hemos separado”, cuenta el escritor con cierto orgullo. Aquel día de hace 36 años le cambió la vida. ¡Y para bien!
Según Ferguson va tomando decisiones se abrirá un camino u otro en su vida y así hasta cuatro. Paul Auster quiere dejar bien claro que la “novela no es autobiográfica. Aunque Ferguson y yo compartimos el mismo tiempo y geografía”, subraya el escritor. Aunque reconoce que sí hay algo de sí mismo. “Para escribir sobre acontecimientos pasados, hay que dejar transcurrir, al menos, cincuenta años. Es imposible escribir lo que estamos viviendo. Esos cincuenta años son lo que han pasado desde aquellos felices sesenta. Otra cosa son los periodistas que deben y tienen que contar sobre lo que sucede en el día a día”, expone con lucidez esta novelista y ensayista crítico con la situación que está viviendo su país y añade con energía “el problema de vivir en el presente es que no sabemos hacia dónde va la historia”. Según el escritor no vemos muy claro lo que va a suceder y cree que la función del periodista es relatar los hechos para que no vuelva a ocurrir lo que pasó en los años treinta, por ejemplo.
El propio escritor ha dicho que esta obra suya es la que más se ha preparado. “Normalmente, la mayoría de mis libros requieren mucho desarrollo, 4 3 2 1 es la más extensa y quizá la que más me ha costado escribir. Aunque tengo que reconocer que me parece que la historia me encontró a mí, más que yo a la historia. Sí es verdad que tenía la historia en mente, cuando me puse a contar la historia de una persona de cuatro maneras diferentes. Me gustaba el número 4 porque me daba una simetría perfecta”, analiza el novelista americano.
Pero, el libro no tenía un plan maestro, hubo mucho de improvisación, “lo fuí improvisando todo, sin saber de un día para otro lo que iba a escribir. Tengo que confesar que no entendí de qué iba la novela hasta casi el final. La escribí casi a ciegas”, expone con rotundidad uno de los mejores escritores de la actualidad, eterno candidato al Premio Nobel.
Con “4 3 2 1” son ya 22 novelas las que ha publicado Paul Auster, además de varios ensayos, poemarios y alguna que otra obra de teatro, también es un colaborador asiduo del cine. “No creo que esta novela se pueda adaptar al cine, más bien sería una serie de televisión de al menos 28 capítulos”, señaló con sentido del humor el novelista y nos avanzó que “ya he empezado a escribir un nuevo ensayo del que llevo un par de páginas pero, después, seguiré con otra novela. De momento, no pienso en abandonar la literatura”.
Lo que si abandonaría sería la política. Muchos de los periodistas asistentes a la rueda de prensa no estaban interesados en la literatura sino en la política. A los grandes medios de comunicación la literatura se la trae al pairo. Lo que les interesa es manipular mentes, no dejarlas pensar por su cuenta. Paul Auster es todo lo contrario, tiene ideas muy precisas e inteligentes, y le gusta pensar. Su análisis sobre la política en Estados Unidos y sobre Donald Trump son contundentes y acertadas. “Si lo pensamos bien, todo el mundo es inmigrante en USA salvo los indios que fueron exterminados por los británicos”, afirma sin titubeos. Algo que no hicieron ni españoles ni franceses en los territorios conquistados.
“Lo mejor de Estados Unidos es que es una idea. Vamos a hacer un país, pensaron los primeros colonos. Lo peor que hicieron fue el genocidio, del que ya hemos hablado, y la esclavitud. Algo que no hemos superado todavía. Somos un país que no se ha enfrentado al problema del racismo de verdad”, mantiene con coherencia. Por eso, no es de extrañar el que tengan un presidente como Trump. “Ha declarado que no le gustan los libros ni como huelen. No creo que haya leído más de un folio seguido”, dijo con ironía el escritor y concluyó ¡Que diferencia con el primer ministro de Finlandia que presentó mi novela en una librería. Es mi presidente favorito en estos momentos”.
Paul Auster lleva casi un mes de gira por Europa para presentar su nueva obra. Primero estuvo en Escocia, después en Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia. Su visita a España es preludio de una a México, donde Seix Barral también publica el libro. Después vendrán el resto de países europeos. Durante todo el encuentro se le notó feliz y pletórico, sólo el recuerdo de la muerte del poeta John Ashbery le borró la sonrisa de sus labios.
Puedes comprar el libro en: