Ridley Scott vuelve a encontrarse con esta saga con la presumible intención de contar algo más, algo necesario para despejar las dudas del origen de su mítica criatura. Con la reciente cancelación de Alien 5, parece claro que esta nueva saga de precuelas sigue un camino diferente al de la simple explotación del universo xenomorfo.
Aventuras | 140 min. | USA 2017
Título: Alien: Covenant.
Título original: Alien: Covenant.
Director: Ridley Scott.
Guión: John Logan, Dante Harper (Story: Jack Paglen, Michael Green).
Intérpretes: Katherine Waterston, Michael Fassbender, Demián Bichir, Danny McBride.
Estreno en España: 12/05/2017
Productora: Twentieth Century Fox Film Corporation / Scott Free Productions /
Distribuidora: Fox España.
Sinopsis
Rumbo a un remoto planeta en el otro extremo de la galaxia, la tripulación de la nave Covenant, compuesta por varias parejas además del androide Walter (Michael Fassbender), tiene como objetivo ser la primera misión colonizadora a gran escala. Al aterrizar en un extraño lugar descubren lo que parece ser un paraíso desconocido. Pero los integrantes de esta expedición pronto descubrirán que no están solos allí, y su misión acabará convirtiéndose en una lucha por su supervivencia en un ambiente hostil y peligroso. Los temibles xenomorfos no se lo pondrán nada fácil a los miembros de la nave Covenant.
Crítica
En la actualidad, las majors tienen la (fea) costumbre de mirar atrás en busca de ideas ya explotadas y que sirvan como carne de reboot o de secuela, precuela o spin-off. Parece estar todo inventado en el campo de la reamortización de productos que antaño fueron originales. Cuando se habla de Alien, sin embargo, se considera que se trata de una obra que también sirve como inspiración para películas inscritas en un género redefinido por el clásico de finales de los 70. Sin ir más lejos, este año encontramos Life como un monumental homenaje a la historia de la teniente Ripley.
Ridley Scott volvió sin embargo a encontrarse con esta saga con la presumible intención de contar algo más, algo necesario para despejar las dudas del origen de su mítica criatura. Con la reciente cancelación de Alien 5, parece claro que esta nueva saga de precuelas sigue un camino diferente al de la simple explotación del universo xenomorfo.
La idea de una historia
Normalmente, un guión encierra en su nacimiento una única idea, un pensamiento o reflexión que su creador desea transmitir a través del desarrollo de la historia. Si el proceso no desvirtúa estas intenciones, el producto final puede resumir su contenido en una palabra o una frase.
Cuando Ridley Scott abordó Prometheus, parecía querer tratar un objetivo mayor que el de contar el origen del alien. Esto le llevó a transformar esa historia en una trilogía que serviría como vehículo para la reflexión de temas como la creación y el origen del ser humano. Un planteamiento arriesgado, que convirtió la primera entrega en un mar de preguntas sin respuesta. Ante el rechazo que provocó, la segunda película prometía resolver aquellos enigmas y, además, aportar una dosis elevada de sangre y tipos diferentes de xenomorfos.
Con Alien: Covenant, Scott se deshace de las cuestiones más intrincadas de su predecesora, especialmente aquellas que giraban en torno al space jockey y los ingenieros. Éstos quedan reducidos en la segunda entrega a un momento muy puntual, y su mitología es descartada dentro del desarrollo narrativo. En su lugar, se centra en el virus que da vida a los aliens, y marca un destino muy claro al que dirigirse: el nacimiento del monstruo que se dio a conocer en la película clásica.
Siguiendo estas premisas, Covenant se convierte en un viaje entretenido, nada confuso, cuyas preguntas se van respondiendo junto con el avance de la trama. Sin embargo, esto no evita que la historia reflexione sobre aquella idea germen de Prometheus: el origen del ser humano y los problemas de un creador que debe lidiar con su creación. Aquí lo desarrollan a través de distintos procesos interrelacionados: la creación del ser humano, la de los androides y la de los xenomorfos.
¿Siguiendo el género?
Ni Prometheus ni Covenant son puras historias de terror espacial, tal y como marcaron las primeras entregas de la saga. Las impactantes muertes y las puertas automáticas manchadas de sangre no lo convierten en ese otro tipo de película que juega con la tensión del espectador. Se trata de la búsqueda de respuestas, y no de una mera cuestión de supervivencia ante bichos ocultos en la oscuridad.
Pese a ello, la película consigue mantener un ritmo constante, con el único error de albergar personajes pobremente construidos. Esto se hace especialmente grave en la protagonista, una mujer cuyas lagunas de personalidad parecen estar destinadas a ser completadas con los rasgos del personaje de Ripley. El resto apenas están definidos más allá de sus relaciones conyugales, todas ellas, curiosamente, con miembros de la tripulación.