Las 'Tesis de Abril' fueron pronunciadas como discurso por Lenin en el Palacio Táuride el 4 de abril de 1917 en Petrogrado. Lenin había regresado a Rusia el día anterior y no esperó mucho para exponer las bases del programa político de los bolcheviques. Posteriormente, estas tesis serían publicadas en el artículo "Las tareas del proletariado en la presente revolución", que apareció el día 7 de ese mismo mes en Pravda. La Revolución tenía un mes escaso de vida, y Lvov presidía el Gobierno Provisional.
En primer lugar, Lenin combatía la guerra porque seguía siendo imperialista, también bajo el nuevo gobierno, en virtud del carácter capitalista del mismo. El proletariado solamente podía consentir una guerra revolucionaria bajo una serie de condiciones: el poder en manos del proletariado y de los campesinos más pobres, rechazo a cualquier anexión, y ruptura con todos los intereses del capital. Lenin insistía mucho en el rechazo a la guerra porque consideraba que en el lado revolucionario había defensores de la misma como una necesidad, engañados por la burguesía. La guerra imperialista estaba íntimamente vinculada con el capitalismo. Sin derrotar al mismo era imposible poner fin a la guerra con una paz verdaderamente democrática y no impuesta por la violencia.
Los medios para acabar con la guerra debían pasar por la propaganda y confraternización en el frente.
Después, Lenin caracterizaba el momento presente como el de la primera fase de la Revolución, que había dado el poder a la burguesía porque el proletariado carecía aún de una clara conciencia de clase y organización. Pero en ese mismo momento se estaba dando el paso a la segunda etapa que daría el poder a los obreros y campesinos. Aquí estaría la justificación del texto de Lenin, es decir, cómo hacer ese tránsito. Se partía del hecho de que existía un máximo de legalidad con ausencia de violencia hacia las masas, unido a la confianza de las mismas con esa legalidad, con el gobierno de los capitalistas, que eran los enemigos de la paz y el socialismo. Por eso, planteaba la táctica a seguir, exigiendo una gran habilidad para que el Partido se adaptase entre unas masas que estaban comenzando a tener presencia en la vida política.
Por eso, había que negar el apoyo al Gobierno Provisional, emprender una intensa labor de propaganda para demostrar la falsedad de sus promesas; en fin, desenmascarar a los responsables políticos porque formaban parte de un ejecutivo capitalista.
Por otro lado, había que reconocer que el Partido estaba en minoría en los Soviets frente a un bloque que Lenin caracterizaba como compuesto por pequeñoburgueses y oportunistas, sometidos a la influencia burguesa, y que se encargaba de transmitir esa influencia entre el proletariado. El trabajo de explicar los errores de su táctica debía ser intenso, paciente, sistemático, tenaz y debía adaptarse a las necesidades prácticas de las masas.
Mientras se estuviera en minoría se debía seguir con este método, propugnando también que el poder tenía que pasar a los Soviets de diputados obreros, porque, en función de la experiencia política, las masas podrían corregir sus errores.
Lenin combatía la república parlamentaria, para sustituirla por una república de los Soviets de obreros, campesinos y braceros.
Por otro lado, había que suprimir la policía, el ejército y la burocracia. Los funcionarios serían elegibles y su salario debía vincularse al que recibía un obrero cualificado.
Las cuestiones agrarias debían ser tomadas en los Soviets de diputados braceros. Los latifundios pasarían a ser confiscados. Las tierras debían ser nacionalizadas, administradas por los Soviets de campesinos y braceros. Era importante la creación de Soviets especiales de campesinos pobres. Había que crear haciendas modelos controladas por diputados braceros.
Los bancos rusos debían fusionarse en un Banco nacional único, sometido al control de los Soviets de diputados obreros.
Lenin no buscaba la implantación inmediata del socialismo, calculando que era mejor a corto plazo pasar al control de la producción y de la distribución por parte de los Soviets.
El Partido tendría también unas tareas propias inmediatas. En primer lugar, celebrar un congreso, modificar el programa sobre el imperialismo y la guerra, sobre la posición ante el Estado, reformar el programa mínimo por anticuado, cambiar la denominación del propio Partido, y renovar la Internacional para constituir una nueva revolucionaria contra los "socialchovinistas" y el centro, en clara alusión a la maltrecha Segunda Internacional. Lenin criticó con dureza a la socialdemocracia europea por su compromiso con sus respectivos gobiernos en la Gran Guerra, devaluando, por tanto, el concepto y término, de ahí la necesidad de llamarse de otra manera.
Es evidente la importancia de este texto por lo que sabemos que pasaría en unos meses con una nueva Revolución, ya bolchevique.