“También llamado el País de las Montañas de Dios. Situado al norte de Ardistán, fue gobernado durante miles de años por la familia Durimeh, siempre por una mujer. En el centro de la isla Ikbal, en el río Ed, se halla el palacio de mármol blanco, única residencia real visitada por extranjeros. El velero Wilahde es la única comunicación entre Ikbal y los países vecinos.
Es difícil entrar en Sitara. Para hacerlo se debe pasar a través de la fragua del Bosque de Kulub. Su fuego purifica y fortalece al viajero, quien pasará de ser hombre violento a hombre de paz. Solo aquellos ennoblecidos por este sufrimiento podrán acceder al país”, leyó el editor Antonio Lafarga en la presentación de la nueva editorial para explicar el por qué del nombre de la misma.
El proceso para escoger el nombre a la nueva editorial fue arduo y problemático, se barajaron varias opciones. El que tenía pensado Antonio Lafarga fue desestimado por los amigos a quién preguntó si les gustaba. Ese es el peligro de preguntar, se corre el riesgo de que te digan la verdad. Marginalia, el escogido por el editor quedará como sello de una de las colecciones de la editorial. Mientras, Sitara, propuesto por el escritor José Ovejero sería el que finalmente se llevaría el gato al agua. Nunca mejor dicho para una editorial madrileña.
SITARA nace de una frustración. El germen de la editorial es la dificultad que ha tenido el propio editor para encontrar libros. Así, se crea para llenar los huecos que se van formando en el entramado de la literatura con el paso del tiempo. Es, por tanto, una editorial de rescate que se crea en 2017 con la intención de devolver al lector títulos descatalogados y olvidados.
Para ello, coexistiendo con el papel, en su catálogo habrá un gran número de libros digitales. La adaptación a estos nuevos tiempos tiene sus grandes ventajas, el paso a digital de libros supone la imposibilidad de pérdida y de descatalogación. El libro electrónico es un archivo digital que facilita el acceso desde cualquier punto del planeta y que aún no ha tenido la suficiente relevancia. Bajo este formato, libros raros que se encuentran en ediciones antiguas de las que es difícil encontrar los últimos ejemplares, son recuperados para que nunca se pierdan. Este nuevo tipo de edición en formato electrónico facilita la labor del editor que, como un minero, debe excavar hasta encontrar la piedra preciosa, pero esa piedra preciosa ya no será exclusiva de unos pocos.
Por supuesto, además de esta apuesta digital, teniendo el peso significativo en SITARA hay títulos que continúan la antigua tradición editorial del papel y que tendrán especial atención y cuidado en su apariencia: cubiertas diseñadas por Jinetes del Hipo, interiores amplios y espaciosos para una lectura cómoda, en papeles Fedrigoni escogidos para que el tacto también tenga su espacio sensorial en la lectura.
La experiencia por la que apuesta SITARA es la de la lectura enriquecida. Para esto, cada libro tiene un posfacio que recibe el nombre de «Retrato», donde se indaga en el autor y su escritura de una forma divulgativa, sin dificultades filológicas o restricciones de conocimientos. Además, a través de la página web de la editorial, se creará un espacio lleno de contenido y en constante actividad bajo el nombre «La gazeta».
Los tres primeros lanzamientos de la editorial son “Tres vidas” de Gertrude Stein, “Mosaicos” de Felisberto Hernández y “Narraciones inverosímiles” de Pedro Antonio de Alarcón. Estas obras, hasta ahora, han sido de difícil adquisición por el lector por estar descatalogados. “Queremos publicar libros que nos han conmovido y que no se pueden comprar en las librerías. De hecho, tuve que revisar los textos de estos libros en la Biblioteca Nacional porque no los encontraba”, reconoce el editor.
En el acto, estuvieron acompañados ambos responsables de la editorial, por Fernando Hernández que leyó unos monólogos del libro de Pedro Antonio de Alarcón; y Elena Vegas y Javier Agra que interpretaron un bonito texto de Filisberto Hernández. La directora de la editorial, María Agra, leyó unos fragmentos de la obra de Gertrude Stein acompañada por el guitarrista Antonio Ovejero. Sendas interpretaciones realzaron una entrañable presentación. Acompañaron el nacimiento de Sitara, los escritores Marta Sanz, José Ovejero, Edurne Portela, Luigé Martin, Marina Casado, Ricardo Martínez, entre otros, así como el dramaturgo Eusebio Lázaro.
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