Parece mentira ver a Jorge M. Reverte tan restablecido y con un humor envidiable que le hace gastar bromas a los periodistas en la presentación de la obra que ha escrito junto a Mario Martínez Zauner, “De Madrid al Ebro”. “Yo no estoy gilipollas”, dice riendo y emulando a un anuncio de unos grandes almacenes. Pues, ¡claro que no lo está! Un gilipollas no habría escrito este formidable resumen de las más importantes batallas de la guerra civil española de una manera tan original y acertada.
Hace poco más de dos años le pude entrevistar a raíz de la publicación de su libro “Guerreros y traidores”, un libro de historia innovador que ha dado pie a éste que ahora publica. Poco después de la entrevista sufriría un ictus que, evidentemente, no ha podido ni con él, ni con su inteligencia. Después de este suceso, ha publicado con su hermana un libro sobre la matanza de Atocha y a solas Inútilmente guapo. “De Madrid al Ebro” es el tercer libro que escribe en poco más de dos años. Se puede afirmar que la enfermedad no sólo no le ha podido si no que la ha domesticado.
“De Madrid al Ebro”, ha sido un libro que le encargó la editora de Galaxia Gutenberg María Cifuentes. “Yo no he podido enfrentarme a un libro como el de “La batalla del Ebro”, confiesa la editora. Quizá no lo hiciese por lo arduo que era el tema, pero sí estaba dispuesta a enfrentarse a un libro escrito con todas las novedades que introdujo “El arte de matar”.
“La estructura del libro es bastante peculiar. Es un recorrido por las grandes batallas de manera cronológica pero que al saltar de batalla a batalla hay también saltos temporales hacia delante y hacia atrás”, explica la editora que reconoce que el libro ha cumplido todas sus expectativas y que, al final, era el libro que ella quería que hiciesen.
Para Mario Martínez Zauner, que en libros anteriores de Jorge había trabajado como documentalista, “el trabajo de búsqueda en los archivos ha sido muy importante y arduo”, señala. Tuvo que visitar en muchísimas ocasiones el Archivo Histórico Nacional y el Archivo General Militar de Ávila para encontrar la documentación precisa para escribir el libro que han realizado entre los dos. “Unas partes las he escrito yo, otras lo ha hecho Jorge y en ciertas capítulos los hemos escrito entre los dos”, explica Mario. “Y siempre, supervisadas por el jefe que soy yo”, remacha Jorge M. Reverte con sentido del humor.
Al tándem formado por padre e hijo se le nota que se llevan muy bien y están acostumbrados desde hace años a trabajar juntos. Ambos han querido romper algunos de los tópicos de la Guerra Civil que se han mantenido durante demasiados años. “Lo primero, para entender la guerra civil hay que partir del hecho que ninguno de sus protagonistas sabía con anterioridad que estaban embarcándose en un conflicto de tanta envergadura. Ambas facciones creían que la guerra iba a ser corta”, expone Mario Martínez Zauner ante la atenta mirada de Jorge que hace las correspondientes acotaciones.
Otro de los tópicos que quieren romper es la suposición de algunos historiadores que mantenían que Franco quería alargar la guerra para liquidar cómodamente a la mayor cantidad de enemigos posibles. “Esta teoría se contradice por los reiterados esfuerzos por conquistar Madrid sobre todo al inicio de la guerra. Sólo el fracaso de la toma de Madrid, haría que Franco se centrase en el frente del norte. Franco no ganaba nada con la prolongación de la guerra”, arguye con convicción Mario.
La forma de narrar que han seguido en el libro ha sido “la de un narrador omnisciente que en ocasiones se mete en la cabeza del general Rojo o del propio Franco. Todo narrado en tiempo presente como si fuese una novela”, desvela Mario Martínez Zauner en la rueda de prensa. Y la verdad es que el libro se lee como si fuese más una obra de ficción que de no ficción. Más parecido a como escriben los historiadores británicos que los españoles, que suelen ser más tecnicistas y aburridos.
Para Jorge M. Reverte el general Vicente Rojo fue el más preparado de la contienda y también el más audaz, eso sí “Franco tenía un puñado de intrépidos generales africanistas que habían ascendido por méritos de guerra pero que no eran teóricos militares diplomados por el Estado Mayor Central”. Mario Martínez sostiene que cuando Rojo seguía una estrategia defensiva era capaz de ganar al bando nacional. “Sin embargo, buscaba la batalla decisiva y ahí se equivocaba como lo hizo en la batalla del Ebro que fundió al V Cuerpo del Ejército Popular. La estrategia defensiva de Miaja en Madrid fue mucho más acertada”.
Para los autores de “De Madrid al Ebro”, el momento clave de la guerra fue cuando el ejército franquista partió en dos a la España republicana. Si a eso unimos los muchos problemas que había en ese bando, la rivalidad entre Negrín y Largo Caballero, entre otras; hicieron que la homogeneidad de planteamientos no fuese la que se debía para una guerra de larga duración.
Ambos autores señalan la participación decisiva de las Brigadas Internacionales en la guerra. “En la defensa de Madrid fueron primordiales”, señalan y cuando abandonaron España el bajón moral de las tropas republicanas fue muy grande. En lo que no están de acuerdo es en las posibilidades de victoria del bando republicano, para Mario con una mejor planificación podría haber ganado la guerra, para Jorge no tuvieron ninguna posibilidad desde el principio.