Hoy ha concluido la cuarta edición del Salón de Literatura Transmedia en el Centro de Arte y Tecnóloga Etopia de Zaragoza. Durante el fin de semana la programación ha abarcado diferentes actividades con un objetivo principal: fomentar la lectura juvenil e infantil con la literatura transmedia como herramienta. Ponencias, talleres de creación de novelas o videojuegos, cómo construir un cuaderno luminoso o encuentros entre lectores de club de lecturas online han sido parte del contenido de este Salón, el primero a nivel internacional en tratar las narrativas digitales.
Pero, ¿qué es transmedia? Se trata de un tipo de narrativa que permite que la historia se despliegue a través de múltiples medios y plataformas de comunicación, siendo el consumidor una parte fundamental del proceso de creación y expansión del relato con su participación activa. Un ejemplo, las series de ‘Perdidos’ o ‘Águila roja’, cuyo universo era mucho más extenso que la producción televisiva, puesto que al mismo tiempo y creadas de manera complementaria, la historia crecía a través de diferentes plataformas como blogs, redes sociales, juegos de mesa, videojuegos, comics,… donde los usuarios intervenían directamente en la evolución del relato.
Concretamente en Zaragoza surgió uno de los primeres autores de literatura transmedia en España, David Lozano, quien con ‘Cielo rojo’ abrió la puerta a otros autores que querían experimentar con diferentes tipos de narrativa. Lozano ha sido, precisamente, uno de los platos fuertes de este salón, quien se ha encontrado con los participantes de una nueva edición de 'Lecturas Enredadas', el primer club online creado en España precisamente en este Salón. Estos lectores han aprovechado para comentar con el autor su nueva novela 'Valkiria. Game Over', habiendo podido leerla en primicia antes de ser presentada oficialmente.
Para niños entre 6 a 14 años, la transmedia se ha materializado a través del taller Cuadernos Mutantes, donde padres e hijos han creado un cuaderno luminoso con tintas conductivas, sustituyendo los cables por hilos de lana y una tinta especial y, en vez de pila, un clip que permitía que el dibujo creado se iluminase.
Al mismo tiempo, Pelayo Méndez, artista digital, ha impartido El videojuego como juego literario, un taller que ha pretendido “aprovechar los videojuegos, muy difundidos entre los jóvenes, para saber leer y comunicarnos mejor ellos, una generación que está creciendo en un entorno cultural diferente”. Méndez, que participa por segunda vez en este salón, ha destacado "su criterio a la hora de seleccionar los temas y la variedad. Ya que hay muy pocos eventos nacionales e, incluso internacionales, que se atreven a organizar este tipo de encuentros por la complejidad del contenido, aunque sea de rabiosa actualidad como es la transmedia".
También ha querido aportar sus conocimientos en esta innovadora materia el escritor Fernando J. López (finalista Premio Nadal 2010), quien ha compartido con el público una visión desde la experiencia personal del proceso de creación de una novela transmedia y sus posibilidades sociales y educativas.
Por su parte, la escritora y poeta Luisa Miñana, ha hecho un recorrido por la historia y actualidad de la literatura electrónica, incluyendo una perspectiva comparada con la literatura analógica. La artista ha destacado que su “obsesión es precisamente rebatir a aquellos que consideran la literatura electrónica como una marcianada que no tiene nada que ver con el mundo en el que vivimos. Sin embargo, este tipo de literatura tiene sus raíces en la forma de ver la literatura y pensamiento desde antaño”. El mismo Aristóteles pensaba que las máquinas algún día harían las cosas por sí solas. Ese es el espíritu de transmedia, “un tipo de narrativa que está viva por si sola, donde el código fuente se convierte en un lenguaje poético que ordenado deja de ser un galimatías para convertirse en algo hermoso, la literatura electrónica”, ha dicho Miñana.
Por su parte, Laura Montañés, miembro de la Asociación Inspira organizadora del evento, se ha mostrado muy satisfecha por el resultado de esta cuarta edición, donde “han abierto una vía para la animación a la lectura juvenil e infantil a través de la literatura transmedia, gracias a los autores que han participado y han transmitido su mensaje a profesionales y padres, pero también a los profesores y educadores que han asistido al salón”.