En 1979, Margaret Thatcher fue elegida Primera Ministra del Reino Unido y diez años después se derrumbaba el muro de Berlín. Una década que trastornó Europa y que se aborda a través de la mirada de diferentes fotógrafos de distintas procedencias dentro del continente, desde Reino Unido hasta Rusia.
Transiciones. Diez años que trastornaron Europa une la obra de 27 fotógrafos para reflexionar sobre un continente sometido a fuertes transformaciones debido al vertiginoso desarrollo del sector bancario, la liberalización de las condiciones de trabajo, las reunificaciones nacionales y el desmoronamiento de un imperio, que ocasionaron grandes cambios en el Estado providencial nacido en la postguerra, y que sobre todo impactó en la vida de los trabajadores.
Estos años de transición también marcaron la desaparición definitiva de las fronteras entre la fotografía y las demás manifestaciones artísticas. Transiciones. Diez años que trastornaron Europa es un libro que da cabida a artistas con estilos muy dispares con el fin de ver cómo y por qué la mirada ejercida por los fotógrafos de los años ochenta sobre la antigua sociedad industrial, cuyo fin presienten, conlleva una nueva manera de observar el mundo.
“En los paisajes explorados por tantos fotógrafos durante los años ochenta, se oculta, como un dibujo en la trama de una alfombra, la historia de la transición hacia la crisis del capitalismo mundial”, escriben Alexis Fabry y María Wills, comisarios de la exposición que se celebra en el Círculo de Bellas Artes y autores del prólogo de este volumen.
Las imágenes de Chris Killip o de Graham Smith remiten a la Inglaterra del Norte, que desconoce la prosperidad prometida a las clases medias de la era thatcheriana. John Davies, por su parte, realiza paisajes que muestran perspectivas donde cada punto, cercano o lejano, está bien definido y tratado con idéntica naturalidad.
Martín Parr es uno de los primeros en haber mostrado en sus imágenes el paso de una economía industrial a una sociedad de servicios, gracias a la práctica que él denomina el “documento conceptual”.
El color aporta un efecto de “verdad” en las obras de Tom Wood, que logra captar el disparatado consumo del universo de las clases medias, al tiempo que confiere, como un telón de fondo, un efecto teatral.
¿Acaso el color traduce mejor las cosas cotidianas? ¿Acaso aleja la fotografía de las páginas de los libros o de las paredes de los museos, hasta hace pocos años reservadas al blanco y negro? Paul Graham y Peter Fraser contestan estas preguntas en su trabajo.
A la “nueva fotografía en color” pertenece Jean-Marc Bustamante que retrata todos esos lugares que no son considerados las afueras de la ciudad sino más bien sus límites.
El camino, la carretera o el río navegable son recursos que también se encuentran en los paisajes de Joachim Brohm. En la misma línea está la serie en blanco y negro que realiza Bernd y Hilla Becher sobre el paisaje de una sociedad industrial.
En las 176 páginas de este volumen también se encuentran obras de algunos de los alumnos de “la escuela de Düsseldorf”, que nació a partir de la enseñanza de los Becher. Obras como las de Candida Höfer, Axel Hütte, Tata Ronkholz, Thomas Ruff o Laurenz Berges con sus imágenes de marcas, automóviles o carros de supermercado, perdidos en el entorno periurbano, completan el paisaje de esta década.
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