La escritora madrileña Carla Montero ha presentado en una comida de prensa su cuarta novela, “El invierno en tu rostro”, en uno de los escenarios de su novela. Un conocido hotel de la capital que fue hospital de sangre durante la Guerra Civil Española. En esos años el lujo y el glamour dejaron paso al trabajo abnegado de los médicos que tenían como fin salvar la mayor cantidad posible de vidas.
Ahora vuelto al glamour, su terraza es un oasis de tranquilidad donde se puede hablar tranquilamente, con un ruido del tráfico de fondo que parece el rumor de un mar tranquilo. En la presentación del libro Carla Montero estuvo acompañada del editor David Trías que sólo tuvo palabras de elogio para la novela. “Estamos ante la novela más ambiciosa de Carla. Una novela muy trabajada en la que llevaba muchos años documentándose”, dijo.
La escritora, como la mayoría de los españoles, tuvo familiares en ambos bandos de la guerra civil y con las experiencias y recuerdos de su abuelo y de los dos hermanos de éste ha montado una novela con muchos escenarios exóticos y también ha querido escribir sobre las muchas enfermeras que trabajaron de sol a sol en esos hospitales de sangre que poblaban la retaguardia. Muchas fueron españolas pero no pocas fueron voluntarias extranjeras que se desplazaron hasta nuestra tierra para colaborar en la salvación de muchas vidas humanas que no debieron conocer nunca esa tragedia.
“El libro es como un hijo para mí. Sé que puede parecer una historia más sobre la guerra civil, pero si llevamos tanto tiempo escribiendo sobre esos primeros cincuenta años del siglo XX es porque no hemos conseguido comprender qué demonios le ocurrió a la humanidad en esos años”, reflexionó la escritora y agregó “por eso los escritores no paramos de escribir sobre ello”.
En su opinión “El invierno en tu rostro” es una novela de personajes donde se profundiza sobre los personajes anónimos de las guerras que han sido protagonistas de esa barbarie humana. “Para mí, el reto ha sido empatizar con todos los personajes de la novela y meterme en su piel”, señaló. Y más cuando son tan diferentes unos de otros. Su abuelo y sus dos hermanos tuvieron trayectorias muy dispares al finalizar la contienda, uno terminó presentándose como voluntario en la División Azul, “mi abuelo batallitas”, apunta con cariño. Otro luchando en el maquis y el último en Asia. “Me costaba mucho entender a mi abuelo. ¿Qué se le había perdido en el frente ruso?, se preguntó.
Carla Montero cree que está es su “novela más personal, la más díscola, la que más me ha costado controlar”, especifica. Tal ha sido que hasta el final que tenía programado lo ha tenido que modificar. “En esta novela no hay ni buenos ni malos. Es una historia de claroscuros, una historia donde he pretendido analizar cómo vivieron los protagonistas de esos años”, declara y añade “yo no quería hacer una crónica familiar. He utilizado los recuerdos familiares como punto de partida para escribir una historia”.
En la charla que mantuvimos con la escritora madrileña, reconoció que el título de la novela es el primero que ella ha puesto. Cree que cada vez que escribe una novela está "aprendiendo muchísimas cosas nuevas". También se mostró crítica con aquellos dirigentes republicanos que se buscaron un acomodo al terminar la guerra civil, dejando al pueblo llano a merced de los vencedores, mientras ellos tuvieron un porvenir que la mayoría no tuvo.
Carla Montero (Madrid, 1973), es licenciada en Derecho y diplomada en Administración de Empresas por ICADE. Su carrera literaria comenzó al ganar el Premio de Novela Círculo de Lectores con Una dama en juego (Círculo de Lectores/ Debolsillo) que tuvo una espectacular respuesta por parte de los lectores. Con su segunda novela, La Tabla Esmeralda, se consolidó como una de las nuevas voces de mayor éxito de público de nuestro país, vendiendo más de 100.000 ejemplares y siendo publicada en países como Francia, Alemania, Polonia, Italia... La piel dorada, su tercera novela, fue publicada en 2014.
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