¿Qué ha de debatirse como tema central de todo comportamiento, de toda posición moral, de todo planteamiento humano sino la propia figura del hombre? ¿Cuál ha de ser el interés principal en toda discusión donde realidad real y realidad virtual se disputan -de una maneramabierta, cruenta, despiadada- sino la significación y la decisión de aquél sobre quien recae la elección de una y otra realidad, esto es, el propio hombre?