Víctor Amela activa una poderosa máquina narrativa alimentada por recuerdos familiares y confesiones autobiográficas, impelida por una minuciosa indagación histórica y todos los recursos de ficción. El Amela novelista consigue verter la luz de la verdad poética sobre la penumbra legada por la revelación musitada por su abuelo. El resultado es una obra honda, emotiva, sincera, muy personal y de una finura ambiciosa y valiente.