19/09/2024@07:07:00
En un mundo gobernado por las imágenes no cabe un mayor reto que hacer de ellas no sólo un mero escaparate de vivencias, vacuas la mayoría de ellas y sin ningún interés para el resto de la humanidad, sino una epifanía de los sentimientos humanos. Sensaciones que, en la mente y en la ejecución visual y estética que les dio Bill Viola, interpelan a la fusión del espacio que nos separa de la pantalla para convertirlo en algo mágico, pues consigue anular esa distancia hasta hacerla invisible (ficción y realidad unidas en un único plano).