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Teatro Pavón

El mar nunca es pusilánime
19/09/2024@11:11:00

El mar siempre es atrayente. Desde la orilla y para surcarlo en busca de otros confines. Ver amanecer en el mar es sentir que la vida está ahí para esperarnos. Nada relaja tanto como el vaivén de las olas vistas desde la playa. Aunque sabemos que, a veces, se torna violento, despiadado, furioso, incontrolable.

No hay distancia entre ayer y hoy en la zarzuela

No hay distancia en este pasado donde nuestras madres y abuelas oían, y cantaban, las zarzuelas más reconocibles y famosas. Y eran muchas. Formaban parte de su cotidiano vivir diario y no tenían reparos a que se les escuchase cantar a través de las ventanas abiertas mientras hacían la comida o arreglaban la casa, porque así era.

No hay nada mejor, para contar una historia que trata de ser universal, que hacerlo desde la distancia y, en este sentido, la segunda persona a la hora de narrarla parece la más acertada. La vida de uno a través de otros nos sitúa en un espacio donde no tenemos que atravesar ningún espejo, pues tan sólo, debemos limitarnos a ver, oír y pensar en aquello que vemos y oímos.

La compañía teatral Ventrículo Veloz ha presentado “Papel”, una obra teatral contra el acoso escolar cuyo hilo conductor es el papel higiénico

Un guion impecable que remueve conciencias, dos actores de raza y unos rollos de papel higiénico Renova componen “Papel”, una pieza de teatro escrita por José Padilla, que, mediante una narrativa no lineal, invita al espectador a mantenerse activo ante los hechos que presencia. Un universo de personajes traza el mapa de comportamientos que tienden a darse ante una problemática con tantas aristas como el acoso escolar. Ana Vayón y Daniel Jumillas son los actores que dan vida a esta obra producida por Ventrículo Veloz y que ayer se estrenó en El Teatro Pavón Kamikaze de Madrid.

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En la ópera de La Bohème podemos apreciar, ver, sentir varias historias. En La Bohème está la luna, están las buhardillas de París, las calles hirviendo de vendedores, niños, jugueteros, soldados,… Están los cafés melancólicos, los paseos sin destino, la contemplación de los dulces tras los escaparates. Están esos jóvenes artistas e intelectuales, apodados bohemios, porque subsisten como pueden en condiciones precarias, pero siempre generosos, siempre alegres, siempre excesivos.