Nacer en la India no es exactamente «comenzar a vivir» sino más bien retornar a ocupar un lugar, reencarnar en un cuerpo disponible para «realizar un recorrido» una de las tantas venidas a la Tierra que cada ser humano deberá de atravesar. Benarés junto a la Madre Ganga, surgidas ambas en las alturas de los Himalayas, nos acercan a un lugar, en donde vamos a encontrarnos con la muerte. Con más de 2.500 años de Historia Benarés ha atraído a estudiosos y a eruditos de todos los rincones de la India. Dejamos atrás nuestros ojos occidentales y abrimos nuestro disco duro a otras percepciones de la existencia. En Benarés las riberas del río están abarrotadas de elevados pabellones, palacios, templos de los siglos XVIII y XIX flanqueados por una interminable hilera de escalinatas: los ghats que se extienden por toda la orilla.