Los ojos son unos ilusionados embusteros (R. Del Valle-Inclán)
Mi amigo Máximo Estrella es un “enfermo de literatura” y un obseso de Valle-Inclán. También es un andaluz hiperbólico, y como tal, asegura que llegará el día no lejano en que leerá un único libro durante el resto de su vida, y que será Luces de Bohemia, drama escrito por Ramón del Valle Inclán en honor de Alejandro Sawa, un poeta de odas y madrigales que murió en la miseria.
Biblioteca Castro, Madrid, 2018
En esta ocasión, en su quinta entrega de la obra completa de Valle Inclán, acaso se nos ofrezca por parte de la Biblioteca Castro una rareza de lo más interesante y con una curiosa dualidad: su teatro se alza en el mejor sentido para alcanzar sus cotas de oficio e inteligencia más destacados de toda su obra, y, a la vez, se da cabida –breve, pues así es su producción- al apartado poético en la trayectoria de este gallego singular.
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Tras la lectura de la edición de ‹‹El ruedo Ibérico›› de Cátedra (Madrid, 2017), y al hilo de un comentario reciente de Gastón Segura en estas mismas páginas (o pantallas o como se llame esto del digital) sobre Daniel Defoe en el artículo "Dos maestros y el periodismo", se me ocurre esta pequeña fantasía sobre Valle-Inclán y el espionaje, un excurso que si non vero, espero les parezca ben trovato.
En el Ateneo de Madrid, calle del Prado número 21
La biografía más sincera, real y cercana de uno de los autores clave de la literatura española del siglo XX
Se ha celebrado en el Ateneo de Madrid, situado en la calle del Prado número 21, la presentación del libro “Ramón del Valle-Inclán. Genial, antiguo y moderno”, escrito por su nieto Joaquín del Valle Inclán, en cuyo acto han intervenido, junto al autor, la Editora de Espasa, Lola Cruz y el periodista y escritor Ramón Reboiras.
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