No dudo que dos de los agraciados por los ripios del rapero Pablo Hasél, como Patxi López –“Merece que explote el coche de Patxi López”- o Mario Vaquerizo –“El universo es esquizo, qué diablos hizo para que surgieran engendros como Mario Vaquerizo”- estarán encantados ante la premura con que nuestro Gobierno y doscientos artistas íntimos del ilustre pegamoide, como Almodóvar o Javier Bardem, han reaccionado ante su condena solicitando una revisión de los delitos relacionados con excesos en el ejercicio de la libertad de expresión.