Un códice misterioso –el legendario Manuscrito Voynich-. Dos monarcas en bancarrota –Felipe II y su primo, Rodolfo II el alucinado-. Tres personajes como surgidos de los pinceles de Arcimboldo en ruta hacia Praga, la ciudad de los alquimistas. Y allá, un rabino tirando a inquietante –Judá León, el creador del Golem. Algo que me rondaba como desencajado en mi interior, comenzó a articularse cuando me decidí a ponerlo por escrito. El resultado es una novela entre histórica, esotérica y romántica, donde todo lo que parece increíble es cierto… Y lo que parece más cierto, hijo de la ficción. Esta es la intrahistoria de "El secreto del rey alquimista".