La pujanza de la novela negra en nuestro país se nota cada año más. Las crisis económica y política que venimos padeciendo la última década tiene su canal de difusión, preferentemente, en este género literario. La novela negra se ha comido a la novela realista y, ahora, es la narrativa negra la encargada de denunciar los atropellos y tropelías del poder y de todos los adláteres que viven en derredor suyo.