“El título no puede ser más explícito, yo, Nacho Guerreros, también fui víctima de bullying cuando tenía trece años, el peor año de mi vida. Pero esta obra no habla, o no solo habla, de mi experiencia personal. No es mi visión o mi opinión, racional o visceral, ni la de mi compañera en este proyecto en el que nos hemos dejado la piel, la periodista Sara Brun, sobre el acoso, sino un intento de colocar este asunto en el centro del debate social. Porque los niños acosados lo están pidiendo, en el peor de los casos, con el desgarro de una nota de suicidio”.