Guillermo Escolar editor, Madrid, 2018
Una de las cosas que hemos aprendido concienzudamente de nuestros cultos antepasados es que los dioses han dirigido nuestras vidas. Las han condicionado con sus vicios y sus virtudes, invitándonos en ello, paradójicamente, muchas veces a contradecirles, a llevarles la contraria. Los dioses pueden sentirse adornados de todos los poderes, de todas las virtudes y sabiduría, pero, ¿cómo pueden atreverse a tomar como suya nuestra libertad? Aun aceptando la fuerza y la presencia del Destino, la dignidad –implícita en la libertad- es elegir nuestro propio camino.