“He asumido con el tiempo que los misterios del otro lado jamás nos serán revelados por muy cerca que estemos de ellos en vida; que la locura es una paradoja repleta de significados; que la muerte no es tan novelesca como siempre hemos creído; que el alma, como una huérfana errante que vaga sin rumbo fijo, no llega a descansar del todo. No hay nada más obscuro que esa incertidumbre.” Así inicia su relato una de las autoras de este libro, Malenka Ramos, y no puedo estar más de acuerdo con su afirmación última, no hay nada más obscuro que esa incertidumbre.