“Museo Munch” de Oslo
La carrera de Edvard Munch se extiende entre el comienzo de la década del ochenta del siglo XIX, y el comienzo de la del cuarenta del XX. Fue una carrera en un principio puramente local, en Noruega. Pronto, sin embargo, tras sus estancias en Berlín, París y otras metrópolis, se desarrolló en un plano europeo con importantes exposiciones y reconocimientos en diversos países: de ahí lo de calificarlo de noruego errante, como lo define el acreditado crítico de arte Juan Manuel Bonet.