Sin lugar a dudas, a cualquier lector de la literatura greco-romana le resultarán sorprendentes las abundantes referencias a la brujería y a la magia negra que existen en sus obras. Desde la varita con la que la maga Circe convierte a los compañeros de Ulises en cerdos en la Odisea de Homero, hasta las terribles brujas que aparecen en el Asno de oro de Apuleyo; por no mencionar los cuentos de fantasmas de Luciano de Samosata o las espeluznantes resurrecciones de muertos que se leen en las Etiópicas de Heliodoro o la Pharsalia de Lucano.