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20/12/2024@09:23:00

Leer es una actividad enriquecedora que entretiene, educa y estimula la mente. Puede transportar a los lectores a nuevos mundos, agudizar las habilidades cognitivas y ampliar el vocabulario, convirtiéndose en un pasatiempo popular. En 2020, más personas en España recurrieron a los libros que nunca antes. Según la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), los españoles aumentaron su tiempo de lectura en un 51%, dedicando una media de 71 minutos diarios a los libros, en comparación con los 47 minutos anteriores.

Los premios literarios existen desde hace siglos y su objetivo principal ha sido reconocer y celebrar los logros literarios destacados. Sin embargo, su influencia va mucho más allá de la simple entrega de trofeos. Estos premios no sólo brindan visibilidad a las obras premiadas, sino que también crean un marco para lo que se considera valioso en la literatura. Con el tiempo, las formas y funciones de los premios han ido cambiando, adaptándose a las cambiantes demandas del público y del mercado editorial.

Una catedral medieval como un prodigio de alta tecnología. Esta es la idea. Una idea que se abre a un juego de binomios: forma y función, tiempo y espacio, sentido y sensibilidad. Hablamos de la catedral de Notre Dame, en París, restaurada en todo su esplendor cinco años después de que un incendio arrasara el “bosque” de su techumbre y esa aguja que se desplomó envuelta en llamas.

Ediciones El Forastero. 2020
Desde hace varios años, más o menos una cincuentena de años, en el denominado como País Leonés, Reino de León o Región Leonesa se ha ido conformando una concepción identitaria en contra de la conformación actual de una absurda Comunidad Autónoma con Castilla la Vieja. Sobre todo, y mayoritario, en miles de votos y de asociaciones culturales muy prestigiosas, en la provincia leonesa de León, sin olvidar que este hecho se encuentra in crescendo en las otras dos provincias indiscutibles del Reino de León, que son Zamora y Salamanca.

A lo largo de la historia, el juego ha sido un tema recurrente en las ob͏ras literarias. Actúa como un símbo͏lo poderoso para explorar cuestiones como la imprevisibilidad, la ética, el destino y la naturaleza humana. En importantes obras litera͏rias, los establecimientos de juego y las apuestas proporcionan ricos escenarios para examinar los conflictos, los deseos y los encuentros de los pe͏rsonaje͏s con la fortuna. A menudo se representan como un reflejo de las comp͏lejidades de la exis͏tencia, que abarcan altibajos, apuest͏as atrevidas y la constante presenc͏ia de la imprevisibilid͏ad. Este a͏rtículo explora obras literarias famosas que han abordado este tema, profundizando en el impacto del juego en la narración literaria.

El niño que llevamos dentro

El desierto. Un avión queda estropeado en medio de las dunas, en medio de la nada más absoluta. Y su piloto, Antoine de Saint-Exupéry, cree sufrir varios espejismos. De ahí surge una de las novelas más leídas y traducida del francés de todos los tiempos. El principito. Y desde 1943 en que se publicó no ha dejado de editarse, de venderse, de expandirse.

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El sello argentino Palabrava acaba de editar una nueva novela corta de la reconocida narradora, poeta y editora santafesina, cuta extensa obra ha recibido importantes reconocimientos nacionales e internacionales.

Editorial Olifante, 2024. Colección Papeles de Trasmoz

Lo primero que quise saber cuándo llegó a mis manos este libro, es qué quiere decir el título, qué significa Rave, y según el diccionario, por definición, es una fiesta clandestina, fiesta ilegal. Evento donde gente joven baila música electrónica y a veces toma drogas o sustancias. Claro está que no ha sido una definición contundente, ni reveladora, porque quizás el título que toma el autor quiere sugerir algo más. Para saberlo, tuve que leer el libro.

Acantilado, Barcelona, 2024

El lenguaje de este libro es tan sutil, su capacidad de significación es tan alto que, más que el secreto de lo expresado esté en la cualidad de la elección de las palabras, pareciera estarlo en el ambiente, en la atmósfera sugerente, sentimental y animada emocionalmente con el que los personajes (él, ella) son capaces de imbuir en el lector un vinculo de enamoramiento que, siendo real, no toca obsesivamente lo material sino que parece elevarse como un cielo limpio y expresivo: “Franziska y yo nunca volvimos a hablar de aquel beso ni de mi amor por ella. Pero nuestra relación cambió después de eso, puede que se volviera incluso más estrecha. Yo daba las gracias por estar cerca de ella, y a ella parecía gustrle tenerme cerca” No se necesita más realidad para el amor; y está ahí.

En un mundo donde la velocidad de la información y la innovación tecnológica parecen definir nuestra existencia, es fácil pensar que las obras literarias del pasado han perdido su relevancia. Sin embargo, los clásicos del siglo XIX siguen ocupando un lugar destacado en nuestras bibliotecas y en nuestros corazones. Su capacidad para abordar temas universales y emocionales, así como la profundidad de sus personajes, los convierten en un recurso invaluable para comprender la condición humana.