«¡Dígales que yo fui surrealista antes de conocer a Gala!». Con solicitud tan imperiosa Salvador Dalí dio fin a la emotiva entrevista concedida a Ian Gibson en 1986, poco antes de su muerte. No le fallaba la memoria al pintor. Cuando aparece la Musa en 1929, Dalí, que entonces tenía 25 años, ya abrazaba con fanatismo el movimiento capitaneado por André Breton.