Conocí al detective Florián Falomir hace unos tres años cuando acompañaba a Juan Bolea en el Certamen de Novela Histórica de Úbeda. Ambos componen una extraña pareja, no se parecen prácticamente en nada. Flo, que así le llaman sus amigos, es un detective muy peculiar especializado en resolver complicados casos policiacos, siempre con la inestimable ayuda de la célebre inspectora Martina de Santo. Flo y la inspectora, ni que decir tiene que forman, también, una extraña pareja.