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El Cid

10/07/2024@06:46:00
Santis y Q3 siguen con sus consejos de autor: "La infelicidad no es la fuente de inspiración.es la vida"

Ed. Espasa. 2022
No estoy en contra de la divulgación de la Historia y, más si cabe, en todo lo relativo a las Españas, donde la ciencia de su Historia es de una riqueza y exclusividad paradigmáticas. Pero, esta característica historiográfica no puede estar reñida con el rigor y el conocimiento de la Historia. Los tópicos irreales y tabúes inexistentes no me agradan, y lo único que hacen es repetir los errores, tan eximios entre los españoles, incluyendo a los portugueses.

El estoicismo de Séneca ofrece soluciones para encontrar la paz y la felicidad en un mundo consumista y tecnológico. El libro "Séneca y el secreto de la felicidad", de Alberto Monterroso, explora su pensamiento y obra, siendo una lectura imprescindible.

Ella era especial, la más dulce, la más bella entre las bellas. En los mentideros se hablaba de sus profundos ojos verdes, su melena suave y dorada, de su piel inmaculada.

¡Qué vienen las suecas!, gritaba un desaforado Alfredo Landa en una conocida película de los años sesenta. Ahora se podía sustituir por ¡Qué vienen las erasmas! o, por lo menos, eso dice Azucena del Valle en OHH LA-LA, ¡LE PRINTEMPS! cuando ve cómo se pone el templo de Debod de gente tomando el sol. También se podría decir: ¡Qué viene la primavera! y en pleno mes de febrero. Desde luego, a la climatología le falta un tornillo. En invierno llega la primavera y en verano llegará la glaciación. Lo cual nos vendrá de perlas para hacernos los cubatas con hielo de los polos.

HUERGA & FIERRO editores. Madrid, 2023

Aunque sea poco comentada y reconocida, la saga de los filósofos poetas se inicia con Jenófanes y Parménides, y se prolonga hasta Hannah Arendt y María Zambrano, pasando por otros grandes pensadores como, por ejemplo, Nietzsche o Heidegger. Y si se trata de recordar a poetas filósofos o muy cercanos a la filosofía -la otra cara de la moneda-, tras Timón de Fliunte o Lucrecio, llegamos a Antonio Machado y Paul Valéry, sin olvidar a Petrarca o Voltaire, solo por citar unos escasos, pero notables referentes. Una tendencia literaria en la que se inscribe asimismo el poeta Javier Olalde, autor de formación filosófica, de quien el también poeta y crítico literario Pedro López Lara ha puesto de relieve que su obra poética “se inserta en una corriente insólita en la actualidad: la poesía de ideas”.

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Vuelve Azucena del Valle en "El último pedo de la Lirio" a uno de sus temas favoritos: la autoestima. Que para ella viene a ser como un intermitente, porque unas veces está arriba y otras abajo. La insatisfacción tiene mucho que ver con eso, como le ocurría a Madame Bovary. ¿La receta? La felicidad no depende de terceras persona sino de uno mismo. ¡Hala, a comprarla a la farmacia de guardia! o a comprarse un camión.

OBITUARIO DE LA PREMIO NOBEL CANADIENSE

La vida y la literatura están plagadas de casualidades, y ambas, poseen eso que denominamos como lagos interiores que en apariencia nadie ve, pero que sin duda existen. La necesidad última del ser humano por expresarse, le llevó a una joven madre canadiense llamada Alice Munro a refugiarse en la escritura, y lo hizo mientras sus hijas pequeñas dormían la siesta. El silencio y ese eco profundo de la conciencia que, cual duende no nos deja conciliar el sueño, hicieron su función de una forma sencilla y magistral en la todavía joven e inexperta Alice. Seguidora de la mejor tradición de los escritores norteamericanos, ella supo conjugar su propio mundo a través de la demoledora precisión del relato corto caracterizado por la pasión del retrato psicológico de sus personajes, en lo que podríamos denominar como la aventura de los discursos interiores. Tanto es así que una buena parte de su producción transcurre en un condado que lleva su propio nombre, al mejor estilo de Faulkner.

Azucena del Valle nos da una lección de conductismo en "¡Happy senior citizen!". Parece que los jubilados tienen más posibilidades de ser felices que los maduros. Ahora lo llaman la teoría de la "U", nosotros lo llamábamos la curva de la bañera. Eres feliz en la infancia, te vuelves desgraciado en la madurez y vuelves a ser feliz en la vejez porque las expectativas son más reales. La autora nos demuestra que sabe más de tacos que don Camilo y los mexicanos. Es una hartasopas abulense que nos está enseñando todo sobre el castigo y el refuezo positivo, nosotro en el pueblo lo llamábamos el palo y la zanahoria.¡Ahí lo dejo!

El autor Ignacio del Valle explora en "Lo que hicimos por amor" el amor en todas sus facetas, desde la ilusión hasta el desgaste y la destrucción, a través de dos voces entrelazadas. La novela aborda la rutina, las dificultades y los finales, concluyendo que la verdadera felicidad se encuentra cuando uno se rinde y se expone.

El tiempo y la posibilidad de rememorar el presente a través del pasado. Ese presente pluscuamperfecto que, al atraerlo hacia nosotros mucho tiempo después, se nos muestra más benigno y menos belicoso. ¡Ay, los recuerdos y su matiz caprichoso! ¿Para qué amargarnos con lo que fuimos si no hemos sido capaces de llegar a ser todo lo que deseamos? La distancia entre pensamiento y realidad siempre es trágica, por imperfecta e inabarcable. Sin embargo, en manos de Chéjov es tragicómica.