El Memorial de Greuges (agravios) fue un documento destinado al rey Alfonso XII en 1885, elaborado por representantes de entidades económicas, políticas y culturales catalanas, acogiéndose al derecho constitucional de dirigir peticiones a la Corona. El 10 de marzo se presentó la Memoria en defensa de los intereses morales y materiales de Cataluña en Madrid, aunque antes había habido un acto en Barcelona.