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Azucena del Valle

05/07/2024@06:46:00
Parece que la Puri y la Vani no se han portado bien este año y se van a quedar sin ir a la playa. Menos mal que Almeida ha preparado diferentes actividades en la Villa y Corte para que el paisano y el foráneo disfruten de una ciudad que ya no es Baden-Baden, pero se le parece. Azucena del Valle nos recuerda a dónde podemos ir en "¡Los veranos de la Villa!" Solo la ha faltado recordarnos los conciertos de las Noches del Botánico en la Complutense y las verbenas, sobre todo la de la Paloma, que es para echar a volar la imaginación. Del agua del Lozoya hablaremos en otra ocasión. Ya se sabe quien la bebe.

Menudo gol que ha metido el retacoalcalde Almeida a los católicos. ¡Ni que fuera Morata! En la nueva promoción de lectura del ayuntamiento, no se les ocurre otra cosa que poner un asiento delante de la iglesia del Buen Suceso con el anuncio del libro: "Las bragas al sol". Pasé por allí y oí decir a una joven: ¿Y las que llevamos tanga, nos podemos sentar aquí? ¡Ya podían haber puesto otro libro! Nos lo cuenta Azucena del Valle en "¡Fue sinqueriendo!" Más desternillante que el libro de marras ese que es un truño.

En Inglaterra, las autoridades políticas y militares ya están preparando al país para un supuesto ataque nuclear. No se dan cuenta de que los mayores enemigos de Europa son los propios europeos que han perdido su esencia democrática y están dejando paso a líderes populistas y nefastos como la Von der Leyen, Sánchez, Meloni o Macron. ¡Menudo futuro nos espera con esta gentuza que han vendido nuestra esencia europea por un plato de cus cus! Nos lo cuenta Azucena del Valle en "Sobrevuelan aguiluchos..." Tendremos que refugiarnos tras la murallas de Ávila a rezar.

Esta semana viene fuerte Azucena del Valle con el artículo "Mujer florero". Parece que la vida es pura dicotomía, de jóvenes de izquierdas porque tenemos el corazón en el idem y de mayores de derechas y con el sintrom. Ahora aboga por las mujeres floreadas porque se han posicionado mejor que las trabajadoras, ahí tenemos a las vicepresidentas y ministras que no han dado un palo al agua en su vida, mientras las trabajadoras siguen trabajando pico y pala como si fueran obreras de la construcción.

Todos necesitamos hablar solos y si no que se lo digan a Azucena del Valle que su amiga la Puri lo hace discutiendo con las sartenes, nos lo cuenta en "Soliloquiando". Hasta el Pedro Antonio necesita un tiempo de reflexión que no ha sido una novena, como buen católico; sino cinco días, como buen republicano. El quinto día es el de almas del Purgatorio, justo donde está él. Ya nos lo dijo el gran Juan Eslava Galán que "España no es una democracia y que se va a la mierda". Más rápido de lo que creíamos.

Hoy no es para tomárselo a broma. Azucena del Valle nos habla en "Dale con la perseguidora" de un problema muy actual: las enfermedades mentales. Parece ser que a raíz de la pandemia de COVID-19 han aumentado el número de personas con ansiedad y depresión. Un 40 % son menores de 25 años. Tanto estar en casa ha influido en las meninges de los jóvenes. La solución no la sabemos, pero recomendamos ir a bailar un rock and roll en las fiestas de los pueblos. Si el rock no lo puede solucionar, no lo puede solucionar nadie.

Nos cuenta Azucena del Valle en "Vuelta al redil, tía" que la Vani se ha ido a su pueblo abulense a pasar la Semana Santa y que no han podido sacar las procesiones por culpa del Brasero que dio malas nuevas. Por lo menos estuvo calentita en su chiscón pueblerino gracias al otro brasero. Ella sí pudo degustar las torrijas y no como los políticos que las llevan encima. Aquí, no hemos podido comerlas porque tenían un precio tan desorbitado como las ostras con perla. De vuelta a la city, a trabajar que son dos días hasta el verano sahariano que nos espera.

Nuestra Azucena del Valle vuelve a tocar dos temas polémicos en su artículo "¿Mixtos o cerillas?". El primero el de la educación mixta. Los que estudiamos en colegios segregados por sexo teníamos mejores notas que los de los colegios mixtos. Lo sé por experiencia porque cuando en nuestro cole entraron las féminas suspendí seis asignaturas; me pasaba más tiempo mirando a las educandas que a los libros, lo mismo me pasó en la carrera que tardé nueve años en terminarla. Todavía se recuerda este récord en la Facultad de Ciencias de la Información. El otro es el de Koldogate, que no es un dentífrico, y el grupo mixto. Hemos pasado de un presunto gobierno corrupto del PP a otro declarado del PSOE. Entre corruptos anda el juego.

Vuelve Azucena del Valle en "El último pedo de la Lirio" a uno de sus temas favoritos: la autoestima. Que para ella viene a ser como un intermitente, porque unas veces está arriba y otras abajo. La insatisfacción tiene mucho que ver con eso, como le ocurría a Madame Bovary. ¿La receta? La felicidad no depende de terceras persona sino de uno mismo. ¡Hala, a comprarla a la farmacia de guardia! o a comprarse un camión.

Ya lo decía el conocido personaje de Goscinny y Uderzo, Obélix: "están locos estos romanos" y más si se dedican a la política. Ahora diríamos que los romanos y las romanas están chiflad@s, baste ir a la Ciudad Eterna para comprobarlo. Allí, como aquí, se habla a gritos, ya sea en el bar, en la intimidad o en las tertulias políticas. El problema es que no escuchamos y algunos no se escuchan ni a sí mismos. Nos lo cuenta Azucena del Valle en su artículo "Gritos o susurros", no confundir con la peli de Ingmar Bergman.

Cuenta Azucena del Valle en su artículo "Estar vivo antes de morir" que cada día disfrutamos menos de lo que deberíamos. Vaya que estamos muertos en vida como los de que aquella película "La noche de los muertos vivientes", los políticos y la sociedad juegan tanto con nosotros que no sabemos ni cómo estamos. Así que, menos manifestaciones y más juerga carnavalera en ese lupanar que nos dice la Azu.

Que España es un país de cotillas lo sabe todo el mundo, si no estás enganchado a las programas de Tele 5 lo estás a Facebook, y si te aburres, en el metro o autobús en vez de leer, aplicas la oreja, que es todo un radar para detectar conversaciones que no interesan a nadie. Algunos las tienen más grandes que las de Dumbo. Así, corres el riesgo de descubrir ciertas cosas que te traen al pairo, pero te invitan a reflexionar. Nos lo cuenta con humor Azucena del Valle en "¿Push-up o plana?"

En "Y se fue a por tabaco...", Azucena del Valle sigue a vueltas con los libros de autoayuda, que no ayudan a nadie. Como la sección de libros de Autoayuda suelen estar al lado de los de Automoción yo creía que eran para arreglar solo los coches y ahora me entero que también sirven para los corazones. Su amiga Pilu está en proceso de autorrepararse y redescubrirse. Seguro que lo hará, pero tendrá que tirar de su humor. De momento, les dejo que disfruten de este relato.

A Azucena del Valle le gustan las fiestas más que a un tonto una tiza, nos lo cuenta en "A los tomillos, como Juan el de mi pueblo". Los romanos inventaron eso de Pan y circo y todavía sigue funcionando a base de bien. ¡Que romanos somos! o es que no hemos avanzado náa de náa desde entonces. De jóvenes en el pueblo nos tirábamos a la cucaña como locos para coger el jamón y eso que siempre lo cogía el mismo: el bombero del pueblo de al lado porque practicaba todos los días. A disfrutar de las fiestas populares que cada vez van quedando menos. Nos quedan cada vez menos alegrías.

Para mí Amancio, siempre será aquel extremo diestro del Real Madrid que driblaba como nadie y centraba al área que daba gusto. Para Azucena del Valle, según nos cuenta en "From your Valentine" es el gallego Ortega, que vende como churros sus vestidos por la efeméride del santo, pero quien realmente fue un visionario fue el gallego Pepín Fernández, el que compró el Hotel Florida para instalar su Galerías Preciados y que dejo a Ernest Hemingway sin bar para beberse su botella de whiskey diaria. Fue Pepín el que se sacó de la manga lo del santo enamoradizo y pasan los años y todavía sigue la tradición. ¿Quién lo iba a decir en un país tan laico?