En esta ocasión, Azucena del Valle nos descubre en "La serpiente y la luciérnaga", una fábula nada menos que tailandesa, que hay personas castrantes y que necesitan parecer superiores a sus parejas para encontrarse a sí mismos. La luciérnaga demostró su arrojo y podrá brillar sin ayuda de nadie, toda una lección para las personas que carecen o tienen poca autoestima. Sigamos el ejemplo de la luciérnaga tailandesa...