Entre la asertividad y la mala educación hay sólo un paso. Una sutil línea que muchos se atreven a cruzar; descerebrados, mayormente. Está claro, como nos cuenta Azucena del Valle en "¡Vete a la mierda!", que en nuestra piel de toro hay muchos sinsustancia que prefieren el comportamiento gregario a ser ellos mismos. Se ve en los partidos políticos y en los de... fútbol. Nos gusta ser borregos sí, pero en ocasiones hay que rebuznar como lo hace la Puri.