14/06/2021@07:00:00
Aunque se haya cumplido un par de domingos desde que en el programa de la 2, de RTVE, “Imprescindibles”, emitieron el documental biográfico Descubriendo a José Padilla (2021), de Susana Guardiola y de mi amiga Marta Figueras, todavía me divierte la sospecha de que este personaje, contra la abrumadora cotidianidad de sus melodías, resultó un auténtico descubrimiento para la mayoría de quienes, con toda intención o por mera casualidad, se entretuvieron ante este benemérito film. Porque hoy, cuando se presume en cualquier bar, con esa bochornosa sentenciosidad que imprime el exceso del alcohol a las tantas de la madrugada, de conocer las intimidades más escabrosas de este o de aquel rockero o sobre cómo, dónde y por qué se grabó un celebérrimo long play, muy pocos —acaso solo los músicos de orquesta, o los de los conjuntos de baile o, por supuesto, los de las muy populares bandas de nuestro país— recuerdan quién fue José Padilla.