Pablo Hernando ya no puede seguir luchando con un pasado atroz que le pesa como una losa, así que un buen día, de buenas a primeras y sin haberlo premeditado, huye de todo y de todos y se refugia en un piso horroroso en el pueblo más feo que encuentra por casualidad. Trata de dejar el dolor detrás y empezar una vida que no le gusta en absoluto, probablemente porque no cree merecerse algo mejor, pero los fantasmas reales y los que están en su cabeza no le dejarán, afortunadamente, hundirse en ese pozo negro que él mismo ha cavado para esconderse. El pasado siempre vuelve y la redención también es posible.