Caballero Bonald, miembro del jurado ha declarado que El sistema es una obra muy difícil de contar. Algo que es muy cierto y que planteará un problema a cualquiera definirla. Así en caliente diremos que es una distopía en la asoman la mayoría de los problemas del mundo actual.
Matizando no es una distopía en el vacío, una obra de su imaginación exclusivamente. El sistema pisa tierra firme. El modelo sobre el que se yergue es plenamente reconocible. El Planeta se ha convertido en un archipiélago dividido en binomios. Los miembros propios del sistema junto con sus islas y por otro lado las islas fuera del sistema habitadas por los ajenos. Es el contexto del mundo actual. Se reflexiona sobre los límites de la exclusión, la inclusión, lo que nos pertenece y lo que queda fuera de lo que es, El Personaje que nos acompaña durante tres cuartas partes del texto es un vigilante, el Narrador con mayúsculas,, un arquetipo de una figura reconocible como son la mayoría de los otros personajes. Un Vigilante que se ocupa de que que nadie ajeno al sistema entre en élI, pero que irá cambiando a raíz de peripecias que vive y en función de los lugares en los que vive.
La primera parte del texto se desarrolla en una estación meterológica. La segunda en la Academia del sueño, un panóptico del centro de control . Seguimos en el Barco Aurora y cerramos la cuarta parta en un espacio extraño llamado La Cosa. Incluso la voz del narrador cambia de persona de la tercera a la primera para seguir a la segunda y acabar en La Cosa como una voz omnisciente que introduce al narrador como un personaje más.
El sistema aborda todo lo que hoy está sobre el tablero, lo publico y lo íntimo, la Historia con mayúsculas y las historias con minúsculas. La identidad, el miedo al otro, en una obsesión por construir un relato que explique el mundo en el que vivimos que plantea un último tema apasionante: La reflexión sobre la posibilidad de un tiempo abiertamente post humano, en el que no desaparece pero cambia de astro a satélite moviéndose del papel actual que tiene.
El formato de distopía obedece a una respuesta doble. Primero a la velocidad altísima del presente de la que Salmón necesita coger un poco de distancia y poner algo de futuro. Ser un escritor de presente es ser “obvio y redundante, futurible". Y en segundo lugar su afán nunca creado antes de formar espacio dentro del mundo . Generar un mundo alternativo y darle la característica del mundo actual dentro de una ficción.
Entre sus escritores cercanos Menéndez Salmón menciona a J. G. Ballard, Don DeLillo y Houellebecq . Ballard porque anticipa buena parte de la novela tecnológica de finales del XX y XXI. Houellebecq porque lee la contemporaneidad con una mirada afiliada y puntos lacerantes. Y Don de Lillo porque resuena en su literatura la preocupación por el lenguaje como mecanismo opresor y liberador, que nos condena y nos salva.
Para Menéndez Salmón "la literatura debe ser la conciencia crítica del sistema". Sin lo cual el oficio de escribir no tendría sentido. El sistema es su brutal respuesta a la industria literatura hecha para adormilar las conciencias.
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