Marina Fontcuberta, becaria posdoctoral, es la encargada de una línea de investigación sobre un fármaco contra el Alzheimer. Cuando llega un nuevo director al Instituto de Neurociencias, avalado por una carrera brillante en Estados Unidos, él apoya su trabajo con gran interés. Sin embargo, Marina descubrirá que las atenciones que le presta sobrepasan el terreno profesional y se verá obligada a tomar una decisión que podría poner toda su carrera en peligro.
Código genético desentraña el mundo de la investigación científica a través de una novela y su intrigante argumento: La investigación en España no cuenta con un presupuesto competitivo con respecto a las demás naciones europeas, la mayoría de los institutos que se dedican a ella no tienen un duro e intentan sacar de donde no hay para llevar a cabo sus investigaciones e incluso los actos de presentación, en los que cinco científicos de gran talla pueden compartir aperitivo de presentación, mientras que en otros países cada investigador tiene su propio acto.
También se ponen de manifiesto las vicisitudes entre los experimentos biológicos en animales y los ensayos clínicos: a menudo, desgraciadamente, los éxitos en ratones no se corresponden con la actuación también exitosa en seres humanos. El ejemplo más conocido es la viagra: en ratones curaba el cáncer pero no lo curaba en mujeres y hombres, aunque en éstos últimos tuvo un curioso efecto secundario que todos conocemos. Estos casos también se plasman en el libro como correspondencia con la realidad.
También se nos ilustran las técnicas punteras basadas en la genética, en las que se trabaja con varios grupos de animales. Además de los controles, intervienen en los ensayos animales con distintas modificaciones genéticas que están presentes en un gran porcentaje de los pacientes. Los pacientes de Alzheimer también juegan un importante papel en la novela: tras el traslado de la doctora Fontcuberta al hospital por negarse al acoso sexual de su jefe, quien la chantajeaba con parar sus investigaciones, se produce un gran cambio en ella debido al paso de un trabajo frío y calculado a la interacción con pacientes reales que no se acuerdan ni de quiénes son sus seres queridos.
En definitiva, Amàlia Lafuente retrata con habilidad el mundo de la investigación científica: la rivalidad entre los becarios, el abuso de poder de los triunfadores, la competitividad, los juegos de seducción entre colegas de profesión... Con todos los ingredientes del mejor thriller, Código genético atrapa al lector con un tema de actualidad y unos personajes de carne y hueso.
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