Siempre se ha dicho que Valencia es tierra de artistas, qué duda cabe, así es; una amplia letanía de autores que han dedicado su vida al arte en general, en sus múltiples facetas, así lo atestigua. Pero de entre todas las artes manifiestas en el colectivo cultural valenciano, sin duda la poesía ocupa un lugar —más que destacado— de privilegio.
Es innegable que en los últimos años ha surgido un fervor poético en Valencia, una «primavera lírica» que cada vez arrastra más seguidores y con paso lento, pero firme, va arraigando sus valores e influencias tanto en la tradición popular, como en cierto sector comercial, intelectual y mediático.
Algunos aseguran que son más numerosos ya los escritores que los lectores. ¿A qué puede deberse ese renacimiento en el interés por la escritura y la lectura poética? Quizá, de entre los varios motivos posibles, podamos encontrar uno en la situación social actual. La poesía propone un canal para evadirse, propone senderos por los que denunciar, compartir, manifestarse. Poetizar en tiempos de crisis es más necesario que nunca.
El acto de escribir ha sido siempre considerado terapéutico, comunicativo, ilustrador; cuando nos referimos a escribir poesía, tenemos que añadir a esas múltiples cualidades de la escritura, el arte en su expresión mayúscula. Y más aún, si el arte, si la poesía está capacitada para vehicular nuestros pensamientos, nuestra fantasía y capacidades creadoras, también lo está para ser el cauce de nuestras emociones, de nuestra indignación, de nuestra forma de ser y de ver la vida.
En la actualidad, podemos decir que Valencia ve representada en su poesía toda la pluralidad y particularidad de esta. Si bien, esa representación se estructura en capas que van desde lo académico hasta lo contestatario y performativo, pasando por todos los géneros y concepciones posibles. Y con el epígrafe “poesía valenciana” no me refiero sólo a la lírica escrita por autores valencianos, sino por todos aquellos poetas que, en la actualidad y procedan de donde procedan, componen el verdadero y real tejido poético valenciano.
Algunos afirman que el florecimiento poético en Valencia se debe en buena parte al auge que vive en estos momentos las redes sociales. Es bien cierto que por plataformas como Facebook se mueve mucha cultura, las invitaciones a eventos son constantes y el contacto entre escritores y lectores es permanente y al momento, lo que sin duda favorece esta metástasis poética. Pero observando con lupa los acontecimientos culturales, ya no del presente y futuro, como invitaba el Consejo de Cultura, sino también del pasado, podemos comprender bajo una perspectiva global cómo hemos llegado hasta aquí y cómo y por qué la poesía ha discurrido por unos cauces y no por otros.
Hay una gran labor subterránea, propiciada por el asociacionismo de personas amantes de la poesía, por poetas y lectores de poesía, por libreros, grupos, editores, medios de comunicación, agitadores culturales, así como también un significativo aporte —no por ello suficiente— de la administración.
Para tratar de ser justo intentaré dar una visión lo más amplia y variada posible de este fenómeno. Para tratar de ser “breve” no me extenderé mucho en la descripción y características de cada persona o entidad referenciada. Este texto pretende ser por naturaleza un artículo y no una tesis.
Tras la desaparición de la poeta María Beneyto, María Teresa Espasa ha cogido el relevo por derecho propio y es la actual gran dama de la poesía valenciana. Espasa, quien recogió el año pasado un premio especial del jurado de los Premios de la Crítica Valenciana por su antología Tanto y tanto silencio (Vitruvio), ha visto premiado su talento poético este mismo año con la concesión de uno de los premios literarios más importantes de la Comunidad, el Premio Ciudad de Valencia “Vicente Gaos”. Teresa Espasa, mítica alma mater de la asociación Tertulia La Buhardilla, es en palabras de la poeta Elena Torres «una forjadora de poetas» y a ella es obligado referirse si hablamos de poesía valenciana. Muchos de los poetas locales que hoy ocupan lugares preferentes en la estructura cultural fueron impulsados en sus inicios por esta narradora, poeta y ensayista incombustible que es María Teresa Espasa. Como dato ilustrativo añado el enlace de un artículo escrito el año pasado por la propia poeta refiriéndose al tema que nos ocupa:
http://revistaiman.es/2014/05/27/estado-actual-de-la-poesia-en-valencia/
Diccionario de Autores Valencianos
La figura del poeta valenciano Sergio Arlandis va cogiendo consistencia con los años. Su labor académica como investigador, compilador, docente y también como poeta, lo convierten en una pieza fundamental en el engranaje poético valenciano. No sólo ha publicado varios estudios sobre la poesía de iconos valencianos como Francisco Brines o Jaime Siles, sino que es director de varias revistas especializadas, editor y un nexo de unión entre las generaciones reinante y emergente. A él fue encomendada la tarea de formar un Diccionario de Autores Valencianos. A continuación, sus propias palabras sobre el proyecto:
« [..] El Diccionario de Autores Valencianos Contemporáneos de la Generalitat y un amplio estudio en torno a la poesía y narrativa valencianas que abarca los siglos XX-XXI. En dichos estudios y volúmenes se está haciendo un riguroso seguimiento de la literatura valenciana, dejando anotadas y apuntadas todas las líneas estéticas que recorren estos dos siglos y las aportaciones de los autores valencianos. Pero, además, se están registrando (del modo más completo que haya sido posible) todos los autores, obras, plaquettes, congresos, lecturas, encuentros, asociaciones, revistas, etc. que abarcan este período».
Sergio Arlandis (2/8/2012-Escaparate Valenciano)
Vindicación de los poetas
A continuación voy a exponer algunos temas que de alguna u otra forma han sido argumento de conversación en el gremio poético valenciano, factores —en mi opinión necesarios— que ayudarían a oxigenar y fortalecer un fulgurante brote lírico que, con el apoyo de la administración, de los inversores y los medios de comunicación podría ser, además de rentable a nivel intelectual, también económicamente.
—Salón o salones públicos
Saber que la administración dispone de locales vacíos y no hace nada con ellos no hace más que indignar a la comunidad poética, ya que muchas de las asociaciones que sobreviven como pueden, sin subvenciones y sufragando sus gastos como pueden con actividades y el apoyo de sus socios. Es necesario que esa sensibilidad despierte en el ámbito político y pueda buscarse una forma de cubrir las necesidades de quienes activan continuamente el ámbito cultural valenciano. Sería ideal que el Ayuntamiento cediese o acordase un canon contributivo a aquellas asociaciones que lo necesitan con el fin de brindarles un salón o varios salones de actos para un uso permanente y alterno de las mismas.
—Implicación de los medios de comunicación
Es necesario reivindicar el apoyo mediático a la poesía: prensa, radio, televisión, internet, son soportes magníficos de divulgación que multiplicarían los efectos positivos de la poesía en la sociedad. Medios como: Swing Radio, Onda 1, Radio Nacional de España o Ribera Televisión han prestado su apoyo este año a algunos poetas, pero lo normal es acudir a decenas de presentaciones de libros y otros actos importantes y darnos cuenta de que ningún medio se acerca ni siquiera a hacer dos fotos para dar testimonio de ello. Quizá si los medios se esforzaran por dar cobertura a un fenómeno cultural que se manifiesta abiertamente, el público mostraría mucho más interés en algo que no le es tan ajeno como parece. Encomiables son los esfuerzos de Elga Reátegui o Luisa, más conocida como Liternauta, por divulgar los eventos culturales valencianos así como también por entrevistar a sus protagonistas.
—Despolitización de los premios literarios
Valencia organiza muchos e importantes certámenes poéticos, algunos han desaparecido, otros han mermado su cuantía económica o menguado su variedad de modalidades, así como también han disminuido su frecuencia, pero lo importante es que sigue en funcionamiento un buen crisol de premios, aunque, como ocurre en otras cosas, quizá lo importante en esto no sea la cantidad, sino la calidad.
Los Premios de la Crítica Valenciana, organizados por CLAVE, el Premio Ciudad de Valencia “Vicente Gaos” organizado por el Excmo. Ayuntamiento de Valencia. El Premio “César Simón” organizado por la Universidad de Valencia. El Premio Internacional de Poesía Miguel Hernández convocado por el Patronato de la Fundación Cultural Miguel Hernández. Los Premios “Valencia” organizados por la Institución Alfonso el Magnánimo. La lista es interminable, gozamos de importantes premios, algunos de prestigio excelente, pero ya sabemos lo que ocurre con esto de los concursos, es absurdo afirmar que todos estén amañados, pero lo que es bien cierto es que al buen lector de poesía no se engaña fácilmente. En la actualidad, la decadencia no es patrimonio exclusivo de ningún gremio, sino un denominador común de la condición humana. Para los poetas no consagrados, ganar un premio de cuantía económica considerable es probablemente la única vía para publicar sus textos en una “buena” editorial y darse a conocer con mayor alcance, vetar esa posibilidad a quienes lo merecen es crear una línea cortafuego infranqueable para grandes voces poéticas desconocidas. Para mí es fácil pensar que hay más buenos poetas en el anonimato que ocupando lugares de “supuesto” prestigio, pero no deja de ser una opinión personal.
Para que el sistema de premios funcione y sea justo, es necesario desvincularlo de intereses privados, de personas influyentes que no necesitan ni de una llamada telefónica para teledirigir el laudo de un jurado. Cuando la calidad de un poemario premiado queda en entredicho —como suele ocurrir puntualmente— por los lectores de poesía, todos salimos perdiendo.
—Escuela Oficial de Letras.
Es necesaria la existencia de una academia, una institución lo más pública posible que no exija a sus estudiantes importantes sumas de dinero, que no exija al poeta de vocación tener varias obras publicadas o mostrar la titulación de una carrera para ser acogido por ella. El arte no es del burgués, no es del académico, no es de nadie, si hubiésemos exigido todos esos requisitos al joven Miguel Hernández no le hubiésemos admitido en dicha academia. La formación del escritor, la formación del poeta es muy importante, debemos luchar para que una formación de calidad, de valorada titulación sea posible. Con la consumación de esa especie de odeón de la poesía podría conseguirse dos cosas: por una parte, la implicación de poetas consagrados en el apoyo a los escritores noveles mediante proyectos conjuntos; y por otro lado, propiciar a quien sólo desee instruirse en el arte de versar, una formación exacta, precisa y concreta de la materia troncal a estudiar, y no obligarlo a estudiar un buen número de materias —tal vez lógicamente relacionadas— para las que no tiene interés ni tiempo.
—Rebaja de impuestos culturales
La actividad cultural no necesita ser gravada con impuestos que la asfixian, al contrario, si queremos —como ocurre en otros países— que la cultura sea también un motor económico y cree puestos de trabajo, debería favorecerse con rebajas fiscales, por ejemplo, el excesivo IVA. El problema —para los gobiernos— es que un pueblo culturizado está más cerca de ser un pueblo unido, o cuando menos, está más lejos de ser manipulado.
—Caseta blanca
Una forma de hacer visibles y copartícipes a editoriales y escritores sin acceso a circuitos como el de la Feria del Libro, sería facilitar una «caseta blanca», es decir, un enclave más, dentro del complejo expositivo, que fuese distribuido de forma equitativa entre los solicitantes garantizando, con una buena gestión, que nadie pueda acaparar su utilización en detrimento de otros. Todo poeta, todo libro, todo artista merece un lugar para darse a conocer.
—Punto de encuentro
Desde mi punto de vista, es necesario el diálogo entre los representantes de las asociaciones literarias valencianas. Como a comentase el poeta Ricardo Bellveser en uno de sus artículos, hay días en que coinciden hasta nueve eventos literarios, lo cual imposibilita el éxito de público en todos. Por ello creo que es necesario constituir un punto de encuentro entre los organizadores de eventos con la finalidad de conformar un “calendario de actividades” que agilice la oferta cultural así como evite solapamientos entre actos, evitando con ello la consecuente repartición de público. Esta iniciativa, de llevarse a la práctica, podría derivar en muchos otros escenarios de colaboración y apoyo entre las asociaciones.
Aliados de la poesía
Sin lugar a dudas, los libreros valencianos se han convertido en unos aliados necesarios de la poesía. Las librerías, hoy más convertidas que nunca en multiespacios culturales, son el pulmón de un organismo que respira cuando camina y la poesía camina y ha caminado por espacios como:
Primado, Bartleby, Ramón Llull, Leo, Shalakbula, Tirant lo Blanch, Bibliocafé, Argot, Nobel, Ambreta o Railowsky.
Su funcionalidad, más allá de ser la sede estacional del libro y bastión de los distribuidores, consiste en acoger presentaciones de libros, recitales y eventos literarios de todo tipo, y además, librerías como Railowsky y Bibliocafé se han convertido en espacios pedagógicos referenciales en cuanto a la impartición de talleres y seminarios literarios se refiere, cubriendo, en la mayoría de los casos, una demanda que no es tenida en cuenta por otros estamentos.
Es de justicia destacar la gran labor que viene haciendo durante más de una década el taller Polimnia 222, una cantera de grandes poetas que tuvo como motor en sus inicios a Elena Escribano. Muchos son los éxitos que jalonan esta iniciativa formativa que dirige en su nueva etapa la poeta Pilar Verdú.
Carlos Marzal y Vicente Gallego dirigen desde hace años el Aula de Poesía del Palau de la Música. Su criterio ha aglutinado en dicha aula a lo mejor de la poesía nacional e internacional y la ha convertido en un foro imprescindible para todo amante de la poesía. Marzal y Gallego son ya un referente poético, no sólo en Valencia, sino a nivel nacional, su magisterio, destilado a través de talleres y seminarios es sin duda una oportunidad privilegiada de aprender directamente de los maestros.
El aula de poesía de la Universidad de Valencia, responsabilidad de las poetas Begoña Pozo (en valenciano) y Xelo Candel (en castellano) también es un paso poético de referencia. Su agenda de actividades es granada e incluye las visitas de poetas destacados procedentes desde cualquier punto de la geografía mundial.
Con referencia a las asociaciones poéticas valencianas, aunque algunas abran sus brazos también a otras disciplinas o tengan sede también en otras ciudades, citaré las siguientes:
Amigos de la Poesía de Valencia, Asociación Valenciana de Escritores y Críticos Literarios, Ateneo Blasco Ibáñez de Valencia, Concilyarte, Asociación de Escritores Tertulia la Buhardilla, Torrent de Paraules, Asociación Poética Caudal, Unión Nacional de Escritores en Español, Poetas Unidos, Poesía del Mediterráneo, Amigos de la Poesía de Castellón, Mistium.
En cuanto a grupos:
A-rrimando, Akelarre, Argila de l’aire, La Platea, Acorde mayor, Azaharanía, Verba manent, Poetas sin sofá, Enclavedeblog.com, Aula de Poesía del Ateneo Mercantil, El Limonero de Homero, Laboratorio de Valores, Poetiks.
En cuanto a espacios por donde ha pasado y pasa la poesía valenciana:
Chez Lyon, Ca Revolta, Café Cronopio, Kat Café, Loca Bohemia, Café Malvarrosa, Rivendel, La Casona, El Volander, Dos Lunas Beach, Fundación Sgae, Palacio de Pineda, La Nau, Facultad de Filología y Traducción, Biblioteca Pública de Valencia, La Regadera, Instituto Francés, Jardín Botánico, Colegio Mayor Rector Peset, Ubik Café, Fnac.
En cuanto a festivales o encuentros:
Vociferío, Llavoretes, Intramurs, Incubarte, Russafart, FIP, Mostra del libro anarquista, Carxofa Falaming, Flexió Vebal, La Fiesta de la Boca, Cabanyal Intim, Periféries.
21veintiúnversos, una revista de poesía contemporánea
«En estos últimos años, coincidiendo tal vez con la sensación de cierto extravío de la conciencia humana, se percibe en el ámbito cultural un importante auge de la actividad literaria, particularmente la relacionada con la poesía. Muchos son los foros, asociaciones y editoriales que están apostando por ese camino de expresión artística y profunda con el propósito de preservar algo tan trascendente como es el intercambio entre esos mundos interiores que sobreviven aislados, y a veces hasta amordazados, por la sociedad materialista que los rodea. En esta línea, 21veintiúnversos es una revista que nace en Valencia con la voluntad de aportar su grano de arena y antologizar, de manera periódica, las voces más interesantes del panorama de la poesía contemporánea.
Dirigida por Juan Pablo Zapater y coordinada por Francisco Benedito y Víctor Segrelles, que componen el Consejo editorial junto a Xelo Candel Vila y Vicente Gallego, en cada volumen de la misma se incluirán veinte textos inéditos de otros tantos autores, y la aportación de un prestigioso pintor, encargado de realizar una obra expresamente para la portada.
La periodicidad de su edición será cuatrimestral y aparecerá impresa en offset sobre papel de alta calidad y encuadernación tradicional con hilo, cubiertas a todo color —con la reproducción de la obra realizada por el artista invitado— y un diseño del interior muy cuidado. La pretensión es que la publicación sea, también, especialmente valorada en su presentación final por todos los lectores y amantes del “libro”».
Juan Pablo Zapater
Más información:
http://www.21versos.com/
Nacimientos y consagraciones
Siempre es una alegría celebrar nacimientos, en este caso, editoriales y poéticos. Una savia nueva empieza a ocupar su lugar y es justo reconocerlo, aunque no siempre la vocación del artista lo empuja hasta sus últimas consecuencias, sí puedo afirmar que estos nuevos valores, y otros muchos, aportan riqueza al ya de por sí rico panorama lírico valenciano:
Poemario de Francisco Benedito, La pasión de ser débil. Ediciones Contrabando.
Poemario de Pilar Verdú, Axis mundi. Diputación Provincial de Soria.
Poemario de Vicente Barberá, De amor y sombras. Páginacero Ediciones.
Poemario de Antonio Mayor, Largo lamento de breves. El Desvelo Ediciones.
Entre las publicaciones poéticas de este año, que no hacen más que consagrar trayectorias dedicadas a la poesía, destaco:
Poemario de María Teresa Espasa, En alguna parte es otoño. Hiperión.
Poemario de Marc Granell, La vida que creix. Andana editorial.
Antología de Jaime Siles, Cántico de disolución (1973-2011, Poemas escogidos) Ed. Verbum.
Antología de Blas Muñoz, De la luz al olvido (1960-2013, Antología personal) Ed. Vitruvio.
Antología de Rosa María Vilarroig, Piel hendida adentro (1984-2014) Ed. Vitruvio.
En cuanto a editoriales que publican poesía en la Comunidad Valenciana, son tiempos difíciles, pero hay que celebrar la consagración de Unaria Ediciones (Castellón), un sello editorial que tiene al frente a Amelia Díaz Benlliure, poeta y editora, su auténtico baluarte y motor y quien en su corta trayectoria como editora está llevando a cabo una gran labor cultural.
Editoriales que se consagran y otras que nacen, como es el caso de Hipujo Libros, sello que cuenta al frente con el poeta y abogado Luis Hernández Rubio. Sin olvidar la hegemonía de sellos como: In-verso, Babilonia, Denes, Antinea, Aguaclara, Pre-textos o Germanía Comunicación, entre otras.
Cabe mirar al frente con esperanza, pese a la desolación de un panorama en el que han tenido que cerrar algunas editoriales y librerías.
Cartografías de Orfeo
Pocas veces se ha dado el caso. Desde la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla e Isla Negra Editores se interesaron por la nueva poesía valenciana, algo estaremos haciendo bien por estas latitudes para despertar el interés desde tan lejos. El poeta valenciano Sergio Arlandis, quien, de no haber sido por su rol de antólogo hubiese estado incluido imprescindiblemente en dicha antología, fue el encargado de compendiar, bajo su criterio, a los doce poetas jóvenes con mayor proyección, un trabajo apasionante que abarca a los autores nacidos entre 1970 y 1987. El abanico escogido por Arlandis para cartografiar estas poéticas se divide en tres apartados: poiesis experiencial, neoformalismo indagatorio y epistemología del espacio. Un gran trabajo que merece ser destacado por su valor cultural, un libro de estudio que ya ha trascendido fronteras y, conociendo el exquisito criterio poético de Sergio Arlandis, puede trazar, sino los parámetros de una nueva forma de entender la poesía, la hegemonía de una prometedora Generación de Principios de Siglo.
Más información en este enlace:
https://acropolisdelapalabra.wordpress.com/2015/08/24/cartografias-de-orfeo-antologia-de-joven-poesia-valenciana/
No sé si no en la herida
La antología de jóvenes poetas valencianos, No sé si no en la herida, cuya edición ha corrido a cargo del Olmo Club de Lectura de Castellnovo y la editorial Me gusta escribir, perteneciente al grupo Penguin-Ramdom House, es una compilación de 14 autores de edades comprendidas entre los 22 y 26 años; «poetas líquidos» se autodenominan ya que se adaptan a cualquier continente que pretenda circundarlos sin perder jamás su esencia.
«Primero que la poesía es la expresión de un estado de ánimo individual con capacidad para convertirse en colectivo, es lo más parecido a un grito, a un suspiro, a un gemido, a un roce o a un silencio sin serlo en realidad, y aunque en bruto simplemente parezca una acumulación de vocablos con cierto orden y bastante desconcierto, en neto es la ecuación perfecta de la soledad o la derivada de un deseo, sin embargo la poesía no es una buena inversión, no se cotiza en bolsa ni conoce a la prima de riesgo, tampoco vale para evadirla a paraísos fiscales, ya que sus dividendos no se suman a las cuentas corrientes, sino que simplemente enriquece intelectos y corazones, y sin embargo sí es perfecta para evadirnos de nosotros mismos y de nuestras circunstancias, por eso la poesía no se vende bien, pues con ella no se puede especular: es lo que es y punto, y sólo tienen un precio: aquello que nos hace sentir. Así mismo, como regalo de los dioses, la poesía combina mal con la política farisea, y su libertad es tan inmensa que no se han inventado todavía barrotes que la puedan encerrar, ya que los ingenuos seres que se creen guardianes de la verdad y la moral no saben que la poesía está hecha de algo tan incorpóreo como el pensamiento y éste nace de la esencia del viento y sabe acariciar, peinar, adormecer, aliviar, y al mismo tiempo posee la inmensa capacidad de destruir, arrasar, arrancar y arrastrar todo lo que le impide el paso».
Antonio Cruzans Gonzalvo
http://infopalancia.com/presentacion-de-una-antologia-poetica/
Poética 2.0
«Hace apenas unos días se presentaba en una rueda de prensa la primera app audiovisual de poesía, Poética 2.0. El proyecto creado por un equipo de valencianos, presenta en esta primera entrega una antología que muestra la poesía valenciana desde Ausiàs March hasta la actualidad: Poesia Valenciana I / D’Ausiàs March a Vicent Andrés Estellés es como han bautizado esta primera entrega. Una recopilación de poemas en valenciano interpretada por actores y actrices del cine, el teatro y la televisión como Sergio Caballero, Verónica Andrés, Josep Manel Casany, Marina Vinyals, Paco Alegre, Xavo Giménez, Cristina Soler, Paula Mariscal, Teresa Lozano o Jordi Ballester; quienes te recitan directamente, mirando a cámara, poemas que forman parte de nuestra historia. Además, las grabaciones de las locuciones se han realizado en lugares emblemáticos de la ciudad como la Sala de la Muralla del Colegio Mayor Rector Peset o la Casa Museo Benlliure.
Esta primera entrega de Poética 2.0 ya puede descargarse de forma gratuita en la App Store de Apple. La selección abarca autores del llamado Siglo de Oro como Ausiàs March, Jordi de Sant Jordi o Joan Roís de Corella hasta poetas de la Renaixença como Teodor Llorente, Constantí Llombart o nombres más recientes como Carles Salvador, Vicent Andrés Estellés, Joan Fuster, Carmelina Sánchez-Cutillas y María Beneyto. Con una interface muy intuitiva, el usuario puede seleccionar el poema que quiere ver o escuchar eligiendo por texto, por autor o por intérprete. Al darle al play, se puede seguir el poema recitado con el texto que se va iluminando al mismo tiempo. Además puedes crearte una lista de tus poemas favoritos, compartir los videos e interactuar con los textos. Toda una innovación».
(Le Cool Grup)
Más información:
http://valencia.lecool.com/inspirations/poetica-2-0/
Poesía contra la deshumanización
La Comunidad Valenciana es tierra de Francisco Brines, Carlos Sahagún, Jaime Siles, Guillermo Carnero, Jenaro Talens, Fernando Delgado, Ricardo Bellveser, Juan Pablo Zapater, Pedro J. De la Peña, Juan Ramón Barat, José Luis Falcó, Antonio Porpetta, Lluís Roda, Francisca Aguirre, Pedro José Moreno, Rafael Soler, José Saborit, pero también de Isabel Alamar, Víktor Gómez, Eddie (J. Bermúdez), Pedro Verdejo, Beatrice Borgia, Eloy Sánchez Guallart, Amelia Díaz, Miguel Romaguera, Andrea Ceballos, Javier Gm, Gloria de Frutos, Soledad Benages, Lluisa Lladó, Jesús Ge, Mar Benegas, José Antonio Mateo, Rafael Coloma, Patricia Cuenca, Marcel Mark, Arcadio López-Casanova, Mila Villanueva, Isabel Oliver, Encarna Beltrán, Rafael Correcher, Eliana Lamónica, Jorge Ortiz, Olaya Bellver, Enrique Falcón, Joan Castellano, Blanca Villanueva, Cesar Marquez, Amparo Andrés, José Ángel García, Luis Hernández Rubio, Iván Brull, Vicent Camps, Fernando Martín Polo o Mar Busquets-Mataix, una tierra que acogió también a Pedro Montealegre y abraza hoy en día a Arturo Borra, Laura Giordani, Elga Reátegui, Félix Molina, Abel Dávila, Ricardo Llopesa y muchos más poetas, de toda condición, de toda índole; todos ellos configuran el mapa poético de una comunidad autónoma que vive la poesía de una forma plural, vocacional y muy especial.
Festivales solidarios son organizados por poetas y asociaciones literarias con el fin de recaudar alimentos no perecederos para los más necesitados. No faltan los eventos poéticos para homenajear a víctimas, sea cual sea su verdugo. Los poetas se ponen en marcha ante las injusticias, por ejemplo, para denunciar los hechos acaecidos en Ciudad Juárez.
Paco Mateu, responsable del restaurante Chez Lyon, puso en marcha “Un mar de poemas solidarios” un proyecto original al que han contribuido ciudadanos y poetas de toda alcurnia; sus versos embotellados han cruzado fronteras y culminaron en la publicación de una revista de arte y ensayo diseñada por Daniel Nebot. Mención especial merece el Movimiento de Escritores pro Derechos Humanos que promueve el Ateneo Blasco Ibáñez en la figura de Isabel Oliver. Pero es difícil que la figura y valores del poeta influyan en la conciencia colectiva de la sociedad, ya que el sistema se ocupa en incitar, por contra, al consumismo y la banalidad. El bombardeo, directa o indirectamente sobre la conducta y rutina humanas es constante, pero en la dirección equivocada. Hacer frente a esa cultura de masas que minimiza la importancia de lo esencial y maximiza las servidumbres de lo pueril e inmediato sigue siendo tarea de todos, también de los poetas.
El filósofo, político y profesor italiano Massimo Cacciari escribió en uno de sus artículos:
«Aquella idea de formación como camino a la excelencia, la paideia de los clásicos, pasa por malas horas. No sólo en España, y no sólo marginando la filosofía de los planes de estudio. Ya no se enseña ni latín ni griego y, por lo que se refiere a la literatura, sólo hay interés por la del país donde se imparte. El de masacrar las humanidades es un discurso que se ha instalado hace tiempo en Europa. La idea que sostiene este proyecto es un mito: que el pasado, pasado está; y que por tanto está muerto. Y eso no es cierto: el pasado siempre es problemático y vive en la memoria actual, forma parte del proyecto de futuro. Está vivo en la palabra, en la lengua. Pero hoy es que ni siquiera importa lo que estamos diciendo. Basta ver los debates en televisión, donde las palabras se tergiversan sin ningún pudor. Al marginar la filosofía y las humanidades, Europa se está destruyendo a sí misma. Lo que resulta paradójico es que sea Europa la única empeñada en borrar sus propias huellas. Ni Estados Unidos, ni China, ni Japón han tomado esa dirección. En cambio, Europa sí le ha dado la espalda a su legado —al humanismo, al renacimiento, al idealismo alemán— y entiende que el futuro pasa sólo por el crecimiento del PIB y por adaptarse a las exigencias del presente inmediato».
Massimo Cacciari
Artículo completo:
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/11/19/actualidad/1447947412_812980.html
Federación de Asociaciones
Con referencia a la jornada celebrada en el Consejo Valenciano de Cultura, mencionada al principio de este artículo, y ya para terminar, creo importante mencionar, tanto a los participantes de dicha reunión —no están todos los que son— como a la iniciativa propuesta por el poeta Ricardo Bellveser: la creación de una Federación de Asociaciones Poéticas Valencianas; algo que aplaudo y que de llevarse a cabo constituiría un hito, tanto por su carácter unionista dentro de la comunidad poética como por su valor protector del bien cultural. A continuación, el texto publicado sobre este asunto:
«El poeta y vicepresidente del Consejo Valenciano de Cultura (CVC), Ricardo Bellveser, ha propuesto la creación de una Federación de Asociaciones Poéticas Valencianas para "unir esfuerzos" con vistas a la promoción y la difusión de este arte "minoritario pero esencial para la salud de cualquier lengua y cultura, también en el mundo moderno".
El CVC ha reunido este jueves en una mesa redonda a cinco poetas y animadores culturales "para dar fe del rico panorama de la creación poética valenciana, especialmente dinámico en los últimos años, tanto en valenciano como en castellano", según ha informado la entidad en un comunicado.
Presentados por Bellveser, vicepresidente de la institución y coorganizador del acto, y la consejera Ana Noguera, han participado en la mesa redonda los jóvenes poetas Alba Fluixà y Alfons Navarret, por la parte valenciana, y Mila Villanueva, Pilar Verdú y Juan Luis Bedins, por la castellana.
Alba Fluixà ha destacado en su intervención que la "moderna eclosión de libros y revistas poéticas ha sido posible no solamente por la aparición de un gran número de creadores sino también por las nuevas tecnologías, que han abaratado la edición, y de nuevas formas de difusión, como giras de recitales o veladas poéticas en locales nocturnos y festivales", entre otras actividades.
Alfons Navarret ha intervenido, además de como poeta, como autor de la antología de poesía en valenciano 'Tibar l'Arc', "desde el conocimiento" que su trabajo le ha dado de las nuevas tendencias poéticas valencianas, de signos muy diversos que, en conjunto, forman lo que ha calificado de "nuevo eclecticismo".
Por su parte, Mila Villanueva (Concilyarte) se ha referido a la "gran multitud" de iniciativas surgidas sobre todo en o alrededor de la ciudad de Valencia, como festivales y también grupos poéticos y asociaciones, como la que preside. Pilar Verdú ha hablado de la experiencia de Polimnia 222, el taller de poesía de la Universidad Politécnica de Valencia creado en 2002 por Elena Escribano.
Finalmente, Juan Luis Bedins ha hablado en nombre de la asociación valenciana CLAVE (Asociación de escritores y críticos en lengua castellana) y ha repasado la historia y la evolución de las asociaciones valencianas de escritores aparecidas en los últimos treinta años».
Conclusión
No me erijo en representación de nadie, hablo por mí. Los aciertos y errores de este artículo corren por mi cuenta. Entre los aciertos, yo mismo puedo reconocer la imparcialidad y el testimonio fidedigno de reconocer el trabajo de asociaciones, personas y grupos que intencionadamente o no, jamás son nombrad@s en crónicas de este tipo. Entre los errores, sin duda debe haber más de un olvido. Esto forma parte del mundillo literario, aunque, en este caso, no haya premeditación y alevosía.
Sin duda, la poesía goza de buena salud en Valencia, ¿podría ser mejor su situación? Desde luego. El 85% de las actividades que se realizan no cuentan con apoyo institucional. Aunque, reconociendo la evidencia y haciendo autocrítica, todo el abanico poético que Valencia ofrece padece un desencuentro entre quienes lo componen: Los poetas contra los poetas, que dijo y dice el vate David Trashumante. No hay un fin común, ni siquiera existe una poética hegemónica y quizá su propia heterogeneidad es uno de los factores que influyen en esa dispersión. En cualquier caso, es hora de que alguien intervenga y una las piezas de este puzle. Para dar voz a los artistas nunca son suficientes los medios, no hasta que la poesía/cultura sea considerada como lo que es, un patrimonio universal de un valor incalculable del que todos están orgullosos a posteriori, pero que necesita del apoyo y cuidado “de todos” para su buena orientación y desarrollo desde su nacimiento. Quienes creemos que las Artes y las Humanidades son los posibles elementos restañadores de la cultura de masas, del aborregamiento inducido, no vemos en la poesía un instrumento estético, sino un baluarte que aglutina toda la filosofía, todo el pensamiento, toda la sensibilidad antropológica, ontológica, lógica e ilógica que somos, por eso creo que merece una oportunidad.
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