"Los jugadores" es una dinámica y original novela que comienza en la Conferencia de Paz de París, en 1919, donde coinciden una serie de personajes provenientes de diversos países: algunos españoles -una periodista apodada «Carta Blanca», un extraño reportero que trabaja por libre, un especulador y su amante… A partir de un asesinato, el comisario Retier iniciará una investigación que entrelazará los rumbos de todos ellos y evidenciará los conflictos que se originan cuando tantos países se reúnen para defender intereses muy distintos.
¿De dónde surge la historia de ‘Los jugadores’? ¿Cómo se te ocurrió?
La chispa inicial surge de un hecho muy poco conocido, y es que durante la Primera Guerra Mundial, España estuvo haciendo sustanciosos negocios como abastecedor de todos los beligerantes, hasta tal extremo que, al llegar el armisticio, se produjo una crisis económica en nuestro país. Llegar desde ese punto hasta la propia crisis que estamos viviendo fue casi un paso obvio. Vi cómo las constantes de la Historia, a pesar de las distintas circunstancias, se repetían. Y me puse a escribir.
¿Cómo se te ocurrió ambientarlo en la Conferencia de Paz de París en 1919?
Porque es un escenario fabuloso. Los principales actores del mundo en el que hoy vivimos estuvieron juntos por vez primera allí. Hasta esa conferencia los Estados Unidos no eran aún la potencia que desde entonces fueron, hasta esa conferencia la división del mundo en bloques ideológicos no había nacido… tanto el escenario como los personajes eran fascinantes.
¿De dónde nace el personaje del comisario Retier?
De la necesidad, instintiva, de que en aquel caos de intereses hubiera un personaje que actuara por sentido del deber, sin consideración a otras circunstancias. Por eso se me impuso la figura de un policía, de un servidor público, alguien que trata de mantener no el orden, sino el sentido del orden, en medio del caos.
También aparecen varios personajes de diversos países que coinciden en la Conferencia de paz. Un asesinato saca a la luz los conflictos entre estos países, ¿qué querías explicar con esta compleja situación?
Quería poner sobre la mesa conflictos objetivos y conflictos humanos, los intereses de las grandes potencias y la repercusión de las decisiones en las vidas concretas. En toda situación, sus protagonistas se ven impulsados por móviles complejos, y la interacción de los personajes me permitía indagar en ellos. La investigación de un crimen siempre arroja más luz sobre los acontecimientos que rodean al crimen que sobre el crimen mismo.
En estos años has escrito tres novelas para jóvenes, ¿por qué decidiste escribir para ellos?
No es que decidiera escribir para ellos… Las historias nacen, evolucionan y, en algún momento, sientes que lo que está ocurriendo allí tiene más interés para un público que para otro. Hay historias que todos los adultos conocen, pero piden ser contadas a los más jóvenes. Pero mi actitud hacia las novelas es siempre la misma. El género es un mero resultado.
Los jugadores es tu primera novela para adultos, ¿te has sentido cómodo en este registro? ¿Qué crees que va a suponer en tu carrera como escritor?
Por lo que te decía en la pregunta anterior, me he sentido completamente cómodo, he vivido la misma experiencia de narrar que tuve al concebir las historias anteriores. Pero sería ingenuo no tener conciencia de que Los jugadores va a alcanzar a otro público, que no dirigía su atención hacia mis narraciones para jóvenes. En ese sentido, es indudable que esta novela abre un nuevo horizonte de expectativas.
¿Cuáles son tus planes de futuro como escritor?
Los inmediatos, la siguiente novela en la que estoy trabajando. Una historia que ocurre en dos planos temporales, el presente y un pasado que estuvo al alcance de parte de nuestros abuelos. Es lo que me absorbe en este momento.
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