En una aldea innominada de otra época, Agrícola, un muchacho novelero, calavera y soñador, al acabar el curso escolar impartido por el dómine don Sabas, se dispone a pasar el verano dándose a imaginarias aventuras... Y para tal fin se arrima a Trifón, otro condiscípulo, y se disponen a constituirse en modernos o anacrónicos caballeros andantes, en calidad de caballero y escudero respectivamente.
De tal modo, y a la manera de don Quijote y Sancho Panza, se empeñan en correr aventuras, para lo cual eligen a una joven llamada Arcadia para inspirarse, tal y como hiciera Dulcinea en la genial obra de Cervantes. Los problemas para conquistar el corazón de la joven, ajena a los entretenimientos de los aventureros, llevan a situaciones donde los aprendices de caballeros andantes tendrán que sortear lances como concursos literarios y fieros duelos con armas.
El enquiridión del perfecto caballero es una novela escrita en un estilo ágil y elegante, aunque en determinadas ocasiones se vuelve demasiado poética y los episodios en los que adquiere presencia el hipérbaton pueden hacerse un poco durillos. Pese a estos pasajes de prosa algo más sobrecargada, hay que destacar que la trama es genial y está llena de episodios de lo más diverso, de aventuras y desventuras, y de vicisitudes y de caracteres. Lo que hará que Agrícola tenga que enfrentarse a diversos lances de honor, los cuales serán bastante complicados de superar con éxito.
En este libro, además, Juan Ignacio Villarías combina la prosa con excelentes pasajes en verso que incluyen un extraordinario romance de estilo medieval, un conjunto de ochenta redondillas en las que hace maravillas o un espectacular poema sobre las ciudades de España que me dejó absolutamente pasmado. Como pueden ver, pese a que la gran mayoría de la obra está escrita en prosa, la poesía tiene un importante peso y es uno de los mejores componentes de este libro.
Por otro lado, los personajes que ha creado Villarías para El enquiridión del perfecto caballero (y especialmente Agrícola y Trifón) están muy bien construidos, con las dosis exactas de optimismo, locura y ganas de cambiar el mundo. Y los diálogos en los que participarán no se quedan atrás en relación con la calidad de sus interlocutores.
En definitiva, El enquiridión del perfecto caballero es una novela muy poética, escrita en un estilo elegante, acaparadora del interés del lector y con una trama genial.
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