En un pueblo del sur de Italia, el destino de dos familias, los Palmisano y los Convertini, queda unido para siempre cuando Donata y Francesca, dos jóvenes viudas de guerra, se conjuran contra la maldición que persigue a los varones del clan de los Palmisano, fallecidos todos en la Primera Guerra Mundial. Los hijos de estas mujeres, Vitantonio y Giovanna, crecerán ajenos al gran secreto familiar que los une.
Mientras los niños crecen, Italia va experimentando sacudidas internas ―las revueltas de los campesinos contra los dueños, la expansión de los ideales comunistas, la subida al poder del fascismo...— que confluyen con la escalada de las tensiones internacionales que desembocan finalmente en la Segunda Guerra Mundial.
En el marco de un nuevo escenario bélico, las nuevas generaciones de los Palmisano y los Convertini deberán sacar a la luz su verdadero carácter, descubriendo su historia íntima, abriendo puertas a su identidad que hasta entonces estaban cerradas, viéndose forzados a enfrentarse con el pasado al mismo tiempo que diseñan el futuro que desean y luchan por él.
Una pareja camina bajo un sol de justicia por las calles desiertas de Bellorotondo, un pueblo que se encarama hacia lo alto de una colina de la Apulia. En un momento dado, el hombre se acerca a un monolito dedicado a los soldados caídos en la Primera Guerra Mundial. Al leer la lista de los fallecidos grabada en una lápida, se queda atónito al descubrir que la mitad comparten el mismo apellido: Palmisano. La sorpresa no termina aquí, pues en el monumento vecino, consagrado a los caídos en la Segunda Guerra Mundial, ve que la mitad pertenecen a una sola familia: los Convertini. Entonces, un viejo sentado en un banco despierta de su letargo para compartir con los turistas la trágica a la par que novelesca historia de la maledizione dei Palmisano.
Así comienza un recorrido por la convulsa historia de la Italia de la primera mitad del siglo XX. Una historia que protagonizarán dos familias del sur del país que pertenecen a clases sociales opuestas y a las que las circunstancias bélicas, el amor, el azar y las supersticiones ligarán de formas imprevisibles. El germen tiene lugar en el campo de batalla, donde Vito Oronzo Palmisano, hijo de campesinos, termina compartiendo trinchera con un joven del mismo pueblo, Antonio Convertini, de alta cuna y heredero natural de un próspero negocio de carpintería. Queda poco para el fin de la Gran Guerra y ambos están convencidos de que podrán volver sanos y salvos a casa, es decir, a Bellorotondo, donde los esperan sus parejas, Donata y Francesca, primas hermanas y amigas inseparables desde pequeñas. Pero desde el frente llegan tristes noticias y las dos mujeres se encuentran de repente compartiendo desgracia y techo bajo la bautizada Casa de las Viudas.
Ambas están embarazadas, y Donata, asustada por el convencimiento de que sobre la rama masculina de los Palmisano cuelga una maldición, le implora a Francesca que, en el caso de tener un niño, haga ver que es suyo y le críe como a un Convertini. Francesca, fiel a su promesa, se encontrará haciéndose cargo del pequeño Vitantonio además de su propia hija, Giovanna, mientras todo el pueblo cree que los niños son gemelos. Cuando la desgracia vuelve a golpear y Francesca muere, Donata, una pobre campesina, termina criando a ambas criaturas en un palazzo dominado con mano de hierro por la abuela Angela y viendo como su hijo la llama zia (tía).
En su nueva novela,
Rafel Nadal ha compuesto un ambicioso fresco familiar e histórico, atento a la evolución política, social y moral de Italia a lo largo de tres décadas (con una parada clave en la Guerra Civil española), siempre partiendo de los ojos de la gente corriente y adentrándose en las emociones y la psicología de los personajes para reflexionar sobre el ser humano en situaciones de conflicto, sobre nuestra capacidad para hacer frente a destinos aciagos.
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