Se abre el telón y aparecen diversos personajes viviendo o más bien sobreviviendo en su propio escenario. Todos buscan su papel protagonista. En cada capítulo, una historia que contar, un "actor" sin causa con su guión bajo el brazo. Todo parece ficticio, pero la realidad siempre supera a la ficción.
Bajo un vertiginoso ritmo narrativo,
Juan Carlos Arce teje una trepidante novela coral sobre el mundo del teatro donde actores, productores, escritores, guionistas y estrellas de televisión pasean con glamour por la alfombra roja de estas páginas. En presentes paralelos, otros personajes viven otra realidad bien diferente. Se mueven entre delitos, sexo y drogas. Son jóvenes sin capacidad de ver con claridad el futuro. El sistema les ha quitado la audacia, la fuerza, las ideas. Se han convertido en espejos para aprender e imitar a sus padres. Todos estos personajes saben, que el final siempre se baja el telón.
En esta historia, el productor más importante de España, Jorge Millán, convence a un novelista de éxito, Pablo Arroyo, para llevar a cabo una obra de teatro que será interpretada por la actriz Sara Vaccaro, ganadora de un óscar y antigua pareja de Arroyo. Junto a la gran diva dos actrices con ambición pujarán por conseguir su papel, Beatriz Lozano y Violeta. La obra de teatro es solo un pretexto para presentar la trama de otra realidad paralela: La de unos delincuentes atrapados en sus propias vidas que han perdido su futuro; o la de los hijos ricos, sin meta ninguna, viviendo en una realidad engañosa que aceptan pasivamente.
Todos han aceptado su suerte. Estamos ante una novela llena de artificios narrativos con inquietantes paralelismos: lo bueno y lo malo, arriba y abajo; residencias y suburbios. Casi todo es fachada, cartón-piedra y cultura del garrafón. Se trata de un relato cáustico, malvado y también muy divertido en torno al precio de la fama y la ambición.
Juan Carlos Arce es dramaturgo, novelista, articulista y jurista. Miembro de la Academia de Letras de Messina en Italia, de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, del Instituto Europeo de Seguridad Social y del Departamento de Teatro de la Universidad Estatal de Nueva York. Ha trabajado para las Embajadas de España en Berna y Londres, el Consejo de Europa y la ONU.
Ha publicado, con gran éxito entre los lectores, las novelas Melibea no quiere ser mujer, El matemático del rey, La mitad de una mujer, Los colores de la guerra (premio Fernando Lara de Novela), La orilla del mundo, La noche desnuda. Obtuvo el Premio de Teatro Universitario por su obra Para seguir quemando preguntas. Su obra Retrato en blanco ha sido traducida al inglés, editada en Nueva York y estrenada comercialmente en Estados Unidos. Con ocasión de la reposición del montaje teatral, el Ayuntamiento de Dallas le nombró ciudadano de honor y le entregó las llaves de la ciudad. También pinta al óleo y le queda tiempo "de hacer la casa y fingir con mis vecinos que no soy yo quien hace ese odioso ruido con el saxo".
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