Navegando por el Caribe, el joven Héctor Lynch cae en manos del célebre capitán bucanero John Coxon, que confunde a Héctor con el sobrino de sir Thomas Lynch, gobernador de Jamaica, un error que Héctor no corrige. Coxon entrega a Héctor al enemigo acérrimo del gobernador Lynch esperando lograr el favor de éste, pero es humillado públicamente cuando se descubre el engaño. Desde entonces, el temible bucanero busca vengarse de Héctor, y el joven debe huir. Su objetivo es saquear una de las mayores minas de oro españolas, pero sus planes son frustrados por varios españoles enfadados... y su encuentro tiene consecuencias incluso más dramáticas...
Otra vez nos volvemos a encontrar con una acción vibrante, que no deja ni el más mínimo respiro al lector. Se trata de una aventura en múltiples escenarios y planos, con un vertiginoso trayecto que incluye las costas americanas que lindan con ambos océanos, Atlántico y Pacífico, sorteando los peligros incesantes que amenazan continuamente con poner fin a la carrera de bucanero que acaba de iniciar Héctor Lynch.
Además, la obra nos muestra la vida diaria de los bucaneros, saqueadores con un ámbito de actuación tanto marino como terrestre: lejos de la vida de leyenda que el cine o algunos libros nos han hecho imaginar, la vida de un bucanero es muy dura. Antes de unirse a la banda, Héctor presencia cómo los terribles fenómenos meteorológicos de Latinoamérica dan al traste con todo el trabajo legal de los bucaneros y éstos deben dedicarse al pillaje para sobrevivir.
La vida del bucanero está rodeada de hambre hasta tal punto que los misquitos, indios que tienen grandes habilidades para la caza, son siempre bienvenidos a bordo para conseguir comida aunque el barco vaya a rebosar. A su vez, los asaltos sobre posiciones españolas no son tan fáciles: no debemos olvidar que España había sido una gran potencia y que contaba con muy buenos soldados que guardaban las costas pese a sus escasos materiales bélicos.
Otra vez se debe hacer mención al excelente trabajo de documentación del autor para ambientar de una forma magnífica esta obra: hay excelentes descripciones de los pueblos y ciudades coloniales, los buques navales, las costumbres de los hombres de mar como los dados o el ron, los paisajes de las costas americanas... sin olvidarse de ningún detalle.
A su vez, hay que destacar que en un segundo plano se encuentra el amor como una instancia secundaria, un imposible que luego se transforma y vuelca y que complementa un poco la historia aventurera de la que Héctor es protagonista.
En definitiva, una gran obra de Tim Severin, ganador del premio Thomas Cook de literatura de viajes, un Christopher y la medalla literaria de la Academia de la Marina francesa. Tanto Bucanero como Corsario, la primera novela sobre las aventuras de Hector Lynch, han sido todo un éxito del autor de Vikingo: Hermano de sangre.
Crítica literaria
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