Elegido el escritor Félix de Azúa para ocupar la silla «H» de la RAE
martes 23 de junio de 2015, 19:38h
El pleno de la Real Academia Española ha elegido en su sesión del jueves, 18 de junio, al doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona y escritor Félix de Azúa para ocupar la silla «H», vacante desde el fallecimiento de Martín de Riquer el 17 de septiembre de 2013.
La convocatoria de esta plaza se publicó en el Boletín Oficial del Estado del 24 de abril de 2015. La candidatura de Félix de Azúa Comella fue presentada por los académicos Carmen Iglesias, Javier Marías y Santiago Muñoz Machado. También era candidato el escritor y novelista Juan Jesús Armas Marcelo.
La RAE cuenta con un total de 46 sillas académicas. Actualmente están vacantes las sillas correspondientes a las letras «s» y «K», cuyos últimos titulares fueron José Luis Pinillos y Ana María Matute, respectivamente.
Félix de Azúa es licenciado en Filosofía y letras y doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona, con la tesis titulada: Aspectos de la estética de Diderot: El doble modelo neoclásico-romántico, dirigida por José María Valverde Pacheco y defendida en 1982. Iniciada ya su carrera literaria, a principios de los años setenta, como consecuencia del cierre de las facultades universitarias a raíz de los sucesos de 1969, se traslada durante tres años de Madrid a París, en los que compagina los seminarios universitarios con el ambiente de las tertulias en el Barrio Latino, frecuentando la que llevaba Agustín García Calvo en el café La Boule d'Or, al que considera su maestro y la persona que lo llevó a la Filosofía. En los años ochenta inicia la docencia universitaria, primero en la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de Zorroaga (San Sebastián), dependiente de la Universidad del País Vasco, y luego en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Cataluña, donde en 1993 obtiene por concurso la plaza de catedrático en el área de conocimiento de Estética y Teoría de las Artes.3 Fue nombrado director del Instituto Cervantes de París, cargo en el que estuvo entre 1993 y 1995, y del que dimitió por diferencias por las políticas mantenidas en ese momento por los responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores. Es colaborador habitual de los diarios El País y El Periódico de Catalunya, como columnista, articulista y agitador cultural.
En su trayectoria poética se lo vinculó inicialmente a la generación de los «novísimos», desde que en 1970 Josep Maria Castellet lo incorpora a la antología Nueve novísimos poetas españoles, formando la «coqueluche» de la misma, junto a los poetas Pere Gimferrer, Vicente Molina Foix, Leopoldo María Panero, Guillermo Carnero y Ana María Moix. Con esta antología cobra un papel relevante en la poesía española contemporánea, aunque enseguida renegó de su oficio exclusivo de poeta. Su poesía está considerada fría y hermética, girando sobre los ejes temáticos del vacío y la nada. En cuanto a su producción narrativa y de prosa literaria destaca por su carácter reflexivo y culturalista, incluyendo fuertes dosis de ironía y sarcasmo, sobre todo en sus textos más recientes.
A mediados de la primera década del siglo XXI, durante el proceso de la tramitación legislativa de la reforma estatutaria de Cataluña, fue uno de los quince firmantes de los dos manifiestos de la plataforma política Ciutadans de Catalunya (2005 y 2006), a favor de la constitución de una formación política que se autodenominara no nacionalista. En 2011 decide trasladar su residencia a Madrid junto a su pareja, Eva Fidalgo (1974), con la que tiene una hija a finales de ese año.