Nunca quise ser como tú: El mundo demasiado real del cantante de Def Con Dos
jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h
Por Joaquín Álvarez-Coque
Suenan los compases de Libertad sin ira de Jarcha, el público empieza a inquietarse. Poco a poco esa música va bajando el volumen y es sustituida por un ruino estremecedor demasiado distorsionado y punk. Guitarra, bajo y batería en el escenario disfrazados con las caretas de Felipe González, Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo son los causantes de ese ritmo frenético .
Cuando aparece en escena el cantante con la careta de José María Aznar cantando su éxito más sonado “Dios salve a los Bobones” el público no puede resistir a la provocación y comienza a tirar de todo al escenario, a los pocos segundos la gente intenta subir a ese escenario para sacudir a los componentes de un grupo irreverente y provocativo y ellos, claro está, se defienden con lo que tienen en sus manos. El espectáculo es dantesco y terminará por suspenderse la actuación. El grupo es conocido por Los Ex presidentes y es relativamente conocido a finales de los años 90.
Este planteamiento llevado a una novela da un resultado provocativo, políticamente incorrecto y real, quizá demasiado real y crudo que refleja las contradicciones de los años noventa. La obra tiene dos tramas, la primera a finales de los noventa cuando un puñado de músicos y artistas conceptuales malviven en un edificio okupa del barrio de Lavapies. La segunda se desarrolla en la época actual donde un grupo de yuppies tienen una agencia de publicidad y se dedican a organizar las más peregrinas presentaciones de los productos más sofisticados.
Los okupas viven un mundo irreal, de finales de los noventa, aparentando vivir en un ecologismo y una antiglobalización que no son tales. Todos esconden sus secretos. Chicas rebeldes de familia bien, capitalistas franceses, rebeldes sin causa, vendedores a pequeña escala de hachis, son los protagonistas de un mundo en el que intentan aparentar lo que no son en un afán de rebeldía trasnochada que acabará con ellos y con su forma de vivir.
Los yuppies del primer decenio del 2.000 son creativos de una agencia de publicidad que viven del diseño gráfico o responsable de una fundación de arte de un conocido banco. Viven parecidos a los anteriores, donde la cocaína y el alcohol van destruyendo algunas vidas sin ser capaces de salir de esa espiral. Con todos estos mimbres, César Strawberry monta una novela actual, irreverente y crítica donde denuncia actos, pensamientos individuales, formas de vivir trasnochadas. Todo demasiado real. Él lo cuenta de forma mordaz, cáustica e irónica.
Como sus discos, esta novela es igual de rompedora. Sus opiniones no dejan indiferente a nadie; te gustarán o no, pero te revolverán las tripas y tomarás partido por una causa u otra. Y todo ello escrito con mucho sentido del humor, un humor donde el escritor se ríe de todo, hasta de sí mismo, porque muchos pasajes de la novela los ha vivido en primera persona o se los han contado sus amigos. Todas esas experiencias vividas, un poco de fantasía y mucho de ironía, metidas en una coctelera, dan como resultado una novela actual, divertida y denunciadora.
A César Strawberry, su primera editorial, Ediciones Irreverentes, se le ha quedado pequeña y sus responsables le derivaron a Ediciones B, que ha hecho una edición exquisita con un look muy actual y sugestivo. Si quieren pasar unos buenos momentos divertidos, no les asustan las provocaciones del autor y además quieren saber si las dos tramas del libro confluyen o no, no pueden dejar de leer este libro que se sale de la norma estética imperante en nuestra literatura.
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