Año 1174. El imperio almohade, fortalecido tras someter todo al-Ándalus, se dispone a lanzar sus inmensos ejércitos sobre los divididos reinos cristianos, a cuyos pobladores obligará a convertirse al islam so pena de pasarlos a cuchillo o hacerlos esclavos. Frente al fanatismo africano, el rey Alfonso de Castilla trata de lograr un equilibrio que supere las rivalidades entre cristianos y lleve a la unión contra el enemigo común. En El ejército de Dios, las tramas de pasión, intriga, guerra y ambición se entrecruzan de manera magistral.
La constante rivalidad entre los reyes de León y Castilla, auxiliados respectivamente por las poderosas familias de los Castro y los Lara, se verá tamizada por la intervención de una hermosa y astuta noble, Urraca López de Haro, y por las maniobras en la sombra de la reina Leonor Plantagenet. Por otro lado, en la frontera con el islam, el cristiano Ordoño de Aza se verá atrapado entre la amistad con un andalusí, Ibn Sanadid, y la fascinación que despierta en él Safiyya, hija del rey Lobo y esposa del príncipe almohade Yaqub.
El ejército de Dios es una excelente novela histórica que nos transporta a la península Ibérica de la reconquista, en la que los reinos taifas han sucumbido al poderío almohade y en la que los cristianos han ido recuperando poco a poco territorios a los musulmanes, viéndose su avance afectado por las continuas rencillas entre unos y otros para ampliar sus territorios. Y
Sebastián Roa nos traslada a las esferas de la alta política del momento para relatarnos una historia llena de guerra y grandes batallas, amor, traiciones y diplomacia.
Pese a que durante la reconquista fueron más los tiempos de paz que los de guerra, la época en la que se sitúa esta novela está plagada de enfrentamientos.
Sebastián Roa consigue jugar con las batallas y la incertidumbre acerca de si habrá combate o no perfectamente de un modo asombroso, describiendo al detalle los choques entre los ejércitos, los movimientos de los puestos de mando o manejando perfectamente las intrigas de las cortes y los hilos de las traiciones.
Las descripciones de la novela son muy buenas, sobre todo considerando los variados escenarios en los que se encontrarán los protagonistas, desde las cortes de los reinos cristianos, las orillas del Tajo, el paisaje andalusí de Sevilla o el desierto del norte de África. Y tan variados como los escenarios serán los personajes, pese a que todos ellos formaban parte de las más altas instancias en la época. Así, podremos ver desde personajes que no se detendrán ante nada como el califa Yaqub, Pedro de Castro o Urraca López de Haro hasta personajes títere en manos de otros, pasando por guerreros de ambos bandos que conocen como nadie la frontera entre territorios almohades y cristianos y hombres sabios que tienen que usar todos los medios a su alcance para sobrevivir en tiempos convulsos.
En definitiva,
El ejército de Dios es un auténtico viaje a la Edad Media. Una historia sobre reinos en lucha, con tramas de pasión, intriga, guerra y ambición que se entrecruzan de manera magistral para constituir una formidable representación de una época decisiva en la historia de España.
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