El acto contó con la presencia de Rodolfo Martín Villa, José Luis Meilán, Juan Ignacio del Burgo, Javier Moscoso (Consejero Delegado de Thomson Reuters Aranzadi) y el autor, el Doctor Gaspar Ariño. Éste, en todo momento, recalcó que el libro mezcla razones, emociones y sentimientos con un nexo común: el amor que siente hacia Cataluña.
Asimismo, durante el evento, a petición del autor, se analizó el panorama español, estableciendo oportunas relaciones con otra etapa histórica trascendente para España, como fue la Transición. En efecto, hacia la mencionada época hubo palabras de sincero agradecimiento con las que se rebatieron esos intentos que se aprecian hoy en día entre la opinión pública de arremeter contra ella.
Al respecto, Martín Villa rechazó tanto que los actores principales de la Transición fueran “improvisadores totales o que lo tuvieran todo calendarizado de antemano. Lo importante radicó en que todos los que la protagonizaron apostaron por la reconciliación”.
Con respecto al tema central de la obra, Martín Villa recordó que las acometidas separatistas que ha realizado históricamente el nacionalismo catalán se han producido en momentos de debilidad de España (por ejemplo, en 1898 o en 1934). Por tanto, considerar la sentencia del Tribunal Constitucional (2010) sobre el Estatuto de Cataluña como el origen inmediato de las actuales dinámicas, es un error.
Igualmente, los participantes en el acto apostaron porque España tenga una presencia significativa en Cataluña a través de políticos y líderes sindicales e intelectuales, pues existe un amplio sector de catalanes que no se ven representados por los fines que persigue el gobierno de Artur Mas (con la necesaria cooperación de ERC).
Para Jaime Ignacio del Burgo, la obra Ariño es “una radiografía exacta del problema catalán” ya que no sólo expone, sino que anuncia soluciones. Junto a ello, se mostró contrario a realizar una reforma constitucional puesto que no se puede efectuar un cambio de tal envergadura “sin tener claro hacia donde se quiere ir”. En efecto, como puntualizó el político navarro, “mientras algunos partidos apuestan por el federalismo, otros lo hacen por la recentralización”. Bajo su punto de vista, el Estado de las Autonomías refleja adecuadamente la pluralidad de España, no así otras constituciones del pasado, como la de 1812.
José Luis Meilán abogó por rechazar la conllevancia y defendió que una opción podría ser reconocer la singularidad de Cataluña aunque poniendo como límite que pueda convertirse en Estado.
Finalmente,
Gaspar Ariño hizo una recopilación vivencial de los motivos que le han impulsado a escribir este libro. Así, repasó sus veranos en el Monasterio de Poblet o las influencias de Jaume Vicens Vives. En función de todo ello, reconoció que es una obra “escrita para catalanes que reciben sólo un mensaje monocorde” ya que “identificar Cataluña con el nacionalismo es un error”.
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