Una mesa redonda formada por Íñigo Méndez de Vigo (Secretario de Estado para la Unión Europea), Juan Carlos Domínguez Nafría (Rector de la Universidad CEU), Manuel Oriol (Director editorial de Ediciones Encuentro), Thomas Stehling (Director para España de la Fundación Konrad Adenauer), José María Beneyto y Belén Becerril (Director y Subdirectora del Instituto Universitario de Estudios Europeos, respectivamente), reflexionó sobre el protagonista, el canciller de la República Federal de Alemania Konrad Adenauer, enlazando pasado con presente y futuro. Descripción y análisis formaron un todo homogéneo.
Este título hace el número 10 de la Colección Raíces de Europa. Excelente iniciativa del Instituto Universitario de Estudios Europeos (IDEE) y de la Editorial Encuentro, iniciada en 2004 y que ha contado con la participación de prestigiosos analistas, profesores e investigadores. Todos ellos nos han acercado las figuras de Salvador de Madariaga, Alcide De Gasperi, Robert Schuman, Vaclav Havel o Jean Monnet… a través de un pormenorizado trabajo de selección y edición.
Durante el acto, se puso de manifiesto la vigencia y necesidad del pensamiento de Konrad Adenauer frente a los retos derivados del proceso de integración europea. En efecto, hoy Europa se ve acosada por un buen número de fantasmas que sobrevuelan a su alrededor tratando de influir en su rumbo, explicó Manuel Oriol. El nihilismo, el nacionalismo o el populismo, son simplemente algunos de ellos, quizás los más destacados, junto a la extendida percepción de que existe una distancia cada vez mayor entre ciudadanos e instituciones europeas.
Sin embargo, a pesar de esta constatación, todos los participantes subrayaron los éxitos de la UE, siendo muy posible, como indicó Íñigo Méndez de Vigo, que los Padres Fundadores nunca hubieran imaginado todo lo conseguido hasta la fecha. Estos logros en forma de bienestar, libertad, prosperidad y seguridad han sido posibles porque el consenso y el pacto han guiado el modus operandi de la construcción europea: “el Estado debe cumplir sus fines, pero no debe ser sacralizado”, insistió el Secretario de Estado para la UE, tras lo cual explicitó que partidos políticos tan mediáticos como Syriza siempre votaron en contra de todo en el Parlamento Europeo.
Asimismo, como puso de manifiesto Belén Becerril, esta obra retrata la Alemania de la época. Al respecto, tras su lectura, se advertirá que el propio Adenauer hubo de hacer frente a tensiones anti-europeístas en su propio país, puesto que había sectores (localizados en el SPD) que concebían integración europea y reunificación alemana como objetivos contrapuestos.
Igualmente, Adenauer, como reflejó la Doctora Becerril, fue un visionario puesto que pronosticó ya en los lejanos años 50, los riesgos del nacionalismo y también que el Estado-nación había dejado de ser el actor principal en las relaciones internacionales.
Juan Carlos Domínguez añadió a esta tesis, aquella otra defendida por Mitterrand quien en la década de los noventa identificó al nacionalismo con la guerra, de ahí la obligación de los europeos de luchar para defender la libertad, el mayor logro que pueden legar a las generaciones venideras.
En definitiva, una obra de obligada lectura que permitirá obtener conocimientos de variada naturaleza (filosofía, derecho, historia) y comprender mejor qué es y por qué se creó la Unión Europea, valorando sus logros y percibiendo sus déficits como desafíos resolubles, nunca como obstáculos infranqueables.
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