El libro impreso, sigue siendo el formato preferido entre los lectores más jóvenes

Pero ¿por qué a los adolescentes, tan amantes de las nuevas tecnologías, les siguen atrayendo los libros impresos? El estudio apunta diversas razones: por un lado, hay una cuestión puramente práctica, y es que la mayoría de los jóvenes de estas edades no tienen una tarjeta de crédito, algo necesario para comprar en Internet. También se menciona un motivo psicológico, el que les puede haber influido que sus padres prefieran los libros de papel.

Buscan nuevas lecturas en las estanterías físicas y se dejan llevar por sus experiencias lectoras anteriores

Sus hábitos lectores también ayuda a que se imponga el papel porque según los resultados de la investigación, los adolescentes prefieren tomar prestados los libros, ya sea en las bibliotecas o de sus amigos, y les gusta compartirlos, cosa que actualmente con un libro digital no es tan fácil.

La mitad de los jóvenes de 13 a 17 años sigue buscando y encontrando nuevas lecturas en las estanterías físicas de las librerías y las bibliotecas, aunque el mundo digital también tiene un peso importante a la hora de buscar qué leer. El 45% dijo dejarse influir por las redes sociales para escoger sus lecturas, mismo porcentaje que utiliza las recomendaciones que se publican en la Red. Sin embargo, el elemento básico para decidir qué leer es el autor ya que el 47% de los encuestrados manifestó que si habían leído algo de ese escritor y les gustó, leerán su nuevo libro.

Esta preferencia por el formato impreso entre los lectores más jóvenes no es algo nuevo. Un estudio de la consultora Voxburner para The Bookseller, publicado hace unos meses, señalaba que en el Reino Unido el 73% de los lectores de entre 16 y 24 años prefería los libros de papel respecto al resto de formatos y únicamente el 27% dijo que le gustaba más el formato digital.

Los universitarios también prefieren el papel a la hora de estudiar

Según la investigación Student Monitor realizada a 1.200 estudiantes de unas 100 instituciones de educación superior en Estados Unidos, que hemos conocido a través de Lectura Lab, los universitarios norteamericanos siguen prefiriendo los libros impresos a los electrónicos. Los estudiantes se decantan por el papel cuando se trata de estudiar. El 46% utiliza el libro impreso para hacer las tareas de clase, el 45% para leer o estudiar libros de texto, el 39% para tomar notas en las clases y el 38% para leer o estudiar otros materiales. En cualquier caso, la suma del resto de los equipamientos informáticos (ordenadores de sobremesa, portátiles, tabletas y smartphones) no supera al papel.

El ordenador portátil es el segundo equipamiento preferido por los universitarios para el estudio, mientras que el ordenador de sobremesa y del resto de dispositivos se sitúan a una diferencia significativa. Las únicas tareas para las que prefieren el portátil son las relacionadas con la investigación y la búsqueda de información (61%).

El libro impreso es para el verano

Está claro que a día de hoy el libro impreso se sitúa por delante del digital en las preferencias de los lectores. Curiosamente una información publicada por Michael Kozlowski en el blog GoodeReader señalaba que muchos lectores norteamericanos vuelven al formato impreso durante los meses de verano. En este periodo los ebooks representaron el 21% del total de ventas de la industria editorial, mientras que la gran mayoría de los lectores optó por libros de papel en rústica (43%) y en tapa dura (25%).