Además de que las condiciones impuestas a Alemania eran un incentivo para rebelarse contra ellas, la tremenda crisis económica del 29 y la agitación social y revolucionaria (que contaba ya con un modelo real en Rusia, lo que la hacía más amenazante), sumieron al país en unas condiciones que eran el caldo de cultivo ideal para un hombre fuerte con propósitos redentoristas. Probablemente hubo más candidatos que no han pasado a la historia, pero el que se llevó el gato al agua fue un tipo desarraigado, pintor mediocre, con unas pocas lecturas mal digeridas, grandes dotes de orador y bigotillo ridículo. Su nombre, desde luego, ha quedado en la historia, en la general y en la particular de la infamia.
Sin ese contexto histórico, político y socioeconómico, sin la figura de Adolf Hitler y sin el ascenso del nazismo no se explica bien la catástrofe que iba a asolar el mundo en los años siguientes y que iba a dejar en poca cosa la catástrofe, hasta entonces inédita, que había sido la Primera Guerra Mundial.
La historia es terrible desde el primer momento. Pero
Juan Eslava Galán es fiel a un estilo que le ha granjeado muchos miles de lectores. Un estilo en el que el humor es un ingrediente fundamental y que permite al lector reír muy a menudo, sin dejar de temblar también en ocasiones ante la inconmensurable capacidad del hombre para ser un lobo o algo mucho peor para sus semejantes.
A los factores antedichos (el expolio que fue el Tratado de Versalles, la crisis económica, la agitación revolucionaria) se une el hecho de que Alemania superaba industrialmente a los otros países pero carecía de un imperio colonial. Quien mejor encarnó las frustraciones de los alemanes, o quien más se empeñó en superarlas por la vía de la expansión territorial, fue Hitler, “psicópata de tendencias obsesivas y personalidad narcisista, manipulador astuto”. Su ascenso al poder no fue fácil, y antes de ser proclamado canciller, llegó a estar entre rejas (“como Bárcenas”, precisa Eslava Galán).
Juan Eslava Galán es doctor en Letras. Entre sus ensayos destacan Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie (2005), Los años del miedo (2008), El catolicismo explicado a las ovejas (2009), Historia de España contada para escépticos (2010), De la alpargata al seiscientos (2010), Homo erectus (2011), La década que nos dejó sin aliento (2011), Historia del mundo contada para escépticos (2012), La primera guerra mundial contada para escépticos (2014) y, junto con su hija Diana, el recetario comentado
Cocina sin tonterías (2013).
Es autor de las novelas En busca del unicornio (Premio Planeta 1987), El comedido hidalgo (Premio Ateneo de Sevilla 1991), Señorita (Premio de Novela Fernando Lara 1998), La mula (2003), Rey lobo (2009) y
Últimas pasiones del caballero Almafiera (2011).
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